Las lluvias causan inundaciones en casas y calles de Pontevedra y su comarca
PONTEVEDRA. Actualizado: GuardarLas lluvias registradas en las últimas horas provocaron ayer inundaciones en casas y calles, sobre todo, así como bolsas de agua en carreteras en las comarcas de Pontevedra y O Morrazo. Según informó el servicio del 112, en la ciudad de Pontevedra, así como en su comarca y en la de O Morrazo, las precipitaciones a primeras horas del día fueron «intensas», aunque no se registraron incidencias graves.
En concreto, en el centro de Pontevedra hubo inundaciones en calles del casco urbano como Loureiro Crespo, Alfonso X el Sabio y Montero Ríos, entre otras. Además, se registraron bolsas de agua en la carretera PO-542. Asimismo, en la comarca de Pontevedra, hubo incidencias en la localidad de Marín, con bastantes zonas afectadas en el casco urbano y alrededores, como en Aguete. También en Vilaboa se registraron bolsas de agua en la N-550 y en el municipio de Cotobade, en la carretera de Ponte Bora a Carballedo.
Por su parte, en Caldas de Reis, voluntarios de Protección Civil fueron movilizados por una inundación en una casa en la parroquia de Bemil, según señaló el servicio de emergencias.
En cuanto a la zona de O Morrazo, en la localidad de Cangas las lluvias anegaron casas y bajos comerciales. En el lugar de Menduiña se desbordó el río y también el agua afectó al lugar de Pinténs por una alcantarilla que no desaguaba.
Las incidencias por las lluvias en la localidad pontevedresa de Moaña se debieron a acumulación de tierra en la carretera EP-1102, mientras que hubo inundaciones también en el lugar de Beluso, en el municipio de Bueu.
Alerta naranja
El norte de las provincias de A Coruña y Lugo estará hoy en alerta naranja por mar de viento y mar de fondo, mientras que el resto del litoral y toda la comunidad autónoma permanecerá en alerta amarilla por intensas lluvias y ráfagas fuertes de viento, según informó ayer Meteogalicia.
Parte de la flota gallega de las provincias de A Coruña, Lugo y Pontevedra permanece amarrada a causa del mal tiempo en el mar, que es sobre todo acusado en el sur de Galicia. En concreto, en la provincia de A Coruña permanecieron amarrados los barcos de Camariñas y Portosín, mientras que en Fisterra únicamente faenó un 10% de la flota, al igual que en Laxe y en Muxía, donde trabajaron parcialmente.