El paro, en lo más alto
Actualizado: GuardarAyer, al mismo tiempo que el CIS reiteraba que el desempleo es, con diferencia, el principal problema de los españoles, el Ministerio de Trabajo e Inmigración informaba de que el número de parados registrados se situó al finalizar 2010 en 4,1 millones de personas, tras subir en 176.000 desempleados en el conjunto de 2010, con un aumento porcentual del 4,5% respecto a 2009. Dicho incremento es muy inferior al registrado en 2009 (795.000 parados más) y al de 2008 (999.000), y en diciembre pasado el paro se redujo en más de 10.000 personas cuando tal mes suele ser muy malo para el empleo; todo ello sugiere que podríamos encontrarnos, como ha dicho el ministro de Trabajo, al final «del proceso de ajuste del aumento del desempleo». Según Valeriano Gómez, en 2011 habrá meses en que el paro descienda y se empezará a crear empleo en la segunda mitad del ejercicio, aunque todavía de forma débil, mientras habrá que esperar a 2012 para alcanzar una «tasa suficiente» de nuevos puestos de trabajo. «La segunda parte de 2011 será positiva y 2012, francamente positivo». No convendría olvidar, ni siquiera en estos análisis políticos, que la generación de empleo está ligada al crecimiento económico y a la productividad. La previsión gubernamental de crecimiento para 2011 es de apenas el 1,3% (en torno a 0,7% según la UE y los distintos organismos internacionales), por lo que no cabe esperar un crecimiento significativo de la actividad y el empleo. Sí podría acelerarse este proceso si se incrementara la productividad, para lo cual es indispensable, entre otras actuaciones, llevar a cabo con la máxima celeridad todas las reformas estructurales pendientes. Esa es la única herramienta disponible para acelerar la reducción del insoportable desempleo. Conviene también observar que esta situación de elevado desempleo entra ya en su tercer ejercicio, por lo que muchos parados de larga duración han perdido o están a punto de perder el subsidio contributivo. De ahí que, si no se quiere lanzar a la miseria a un gran colectivo capaz de generar gran inestabilidad social, habrá que suplir el subsidio de 426 euros, que va a desaparecer, por otros mecanismos que aseguren a todos el mínimo de subsistencia.