La obediencia debida

Los grandes genocidas de nuestro tiempo Stalin y Hitler, siempre argumentaban que la obediencia debida era imprescindible para estar en su círculo íntimo de aduladores, hoy nos parece incomprensible que personas con tan poca formación científica y humana, pudieran cometer tantos crímenes y ninguno de sus fieles y serviles allegados se lo afeara, claro que en ello les podría costar la vida, pero como decía un guerrillero es preferible morir de un tiro que de hambre, al final siempre se muere.

Por eso me extraña que en el círculo íntimo de Zapatero y sus Ministros no exista ningún socialista formado que les afee su conducta en materia de economía, sanidad, seguridad social, pensiones, abortos, derrochar el dinero, gastos excesivos en ayudar causas perdidas, alianza de civilizaciones, aborto en España y en Países extranjeros, asesores innumerables y si las cosas van tan mal ¿ por que no son cesados todos por ineptos?.

En cierta ocasión le preguntaron a Rockefeller I, que cómo es que había ganado tanto dinero en su vida y él respondió muy escuetamente: «siempre me he rodeado de colaboradores mucho más inteligentes y preparados que yo». También se ha dicho esto mismo de Ruiz Mateo y por colaboradores allegados a él, que donde existiese un buen gestor, siempre tenía una oferta de trabajo de RUMASA, con razón fue el mayor holding de toda Europa y volverá a ser la primera de nuevo.

Hay innumerables ejemplos en nuestra vida contemporánea Franco, para hacer el Valle de los Caídos, eligió a Juan de Avalos, a pesar de ser de izquierdas y para hacer de España un País industrializado escogió a gente formada y no precisamente de su misma cuerda política, porque una cosa son los mítines y cantar canciones de gloria efímera y otra levantar un País que se hace con gente de valía, no con pelotas e ineptos.

¿Por qué tienen que ser los Ministros y demás cargos políticos del PSOE?, o es que Zapatero al igual que Stalin y Hitler sólo busca LA OBEDIENCIA DEBIDA y a España y a los españoles que nos zurzan en la más pura y dura miseria.