El Ayuntamiento de Medina decreta un día de luto oficial por el vecino desaparecido hallado muerto
El cuerpo de Sebastián Pavón se encuentra en el Instituto Anatómico Forense pendiente de la autopsia. Todo apunta a que falleció por causas naturales
Actualizado: GuardarLa familia de Sebastián Pavón ha recibido esta mañana la peor noticia que podía esperar tras su desaparición la pasada Nochevieja en Medina. Un vecino de la localidad ha hallado esta mañana el cuerpo sin vida de este hombre de 49 años en el Camino del Galapacho. Todo apunta, de momento, a que podría haber fallecido por causas naturales. Será la autopsia la que determinará la causa del fallecimiento. El cuerpo se encuentra en el Instituto Anatómico Forense de Cádiz. La familia confía en poder enterrar a Sebastián mañana tarde pero todo dependerá de cuándo se realice la autopsia.
El alcalde de Medina informó de lo sucedido a los familiares que se habían trasladado al Consistorio para pedirle al regidor la puesta en marcha de alguna iniciativa que agilizara la búsqueda.
Sobre las doce del mediodía, un juez ha ordenado el levantamiento de los restos mortales que han sido trasladados por los servicios funerarios hasta el anatómico forense de Cádiz donde se le practicará la autopsia. Los familiares esperan poder enterar a Sebastián mañana por la tarde.
La desaparición, que se produjo la pasada Nochevieja, movilizó a la familia Pavón en busca de Sebastián, un hombre de 49 años que había perdido la facultad del habla y la movilidad del brazo y pierna izquierdas a causa de diferentes trombosis. Razón por la que estaba fuertemente medicado sin poder saltarse las tomas, que son cada ocho horas.
Prácticamente todos los vecinos de Medina conocía a Sebastián como 'Maikel' y su desaparición causó una gran conmoción en el pueblo ya que se trataba de una persona muy querida y popular al haber tenido una pollería y haber sido, durante muchos años, vendedor de la ONCE.
Sebastián vivía en Sevilla en la residencia Santa Ana y estaba pasando los días de fiesta con su familia. Su discapacidad no le impedía moverse por su barrio para ir de cafetería en cafetería y la última que pisó fue el restaurante El Duque. En una de las esquinas tenía que esperar a su hermana que iba a ir a recogerlo para llevarlo a casa y disfrutar de la Nochevieja. Pero, ahí se perdió su rastro hasta esta mañana.