Estonia se engancha al euro en plena tormenta financiera
Actualizado: GuardarEn plena tormenta económica por la asfixiante deuda que afecta a varios países con el euro en su bolsillo, la moneda única sumó ayer con el inicio de 2011 un nuevo miembro a su zarandeado club. Estonia, la más norteña de la tres ex repúblicas soviéticas del Báltico, empezó a utilizar la divisa común en su vida cotidiana después de estabilizar sus cuentas con un exigente programa que le ha llevado incluso a disfrutar de un déficit presupuestario menor que el de Alemania. Claro que para lograrlo, el Gobierno de Tallin tuvo que reducir sensiblente el número de funcionarios, aprobar una durísima reforma laboral y elevar la edad de jubilación de los 63 a los 65 años.
El país báltico, que cuenta con apenas 1,3 millones de habitantes, ingresó en la UE en 2004, año en el que Europa superó definitivamente el recuerdo del Muro de Berlín con la entrada en las instituciones comunitarias de la mayoría de los antiguos satélites de la URSS. Entonces, la perspectiva de acceder al euro que habían adoptado 12 países apenas dos años antes resultaba tan lejana como apetecible para Estonia. Ahora, sin embargo, el preocupante panorama económico hace mucho menos atractiva la integración monetaria.
Con la entrada de Estonia en el euro el club monetario se amplía a 17 de los 27 miembros de la UE. Teniendo en cuenta que Reino Unido y Dinamarca no parecen dispuestos a unirse la moneda común, los analistas estiman que el bloque se mantendrá con esta dimensión al menos cinco años hasta que Polonia (uno de los candidatos mejor colocados) pueda cumplir los criterios exigidos. Mientras tanto, los socios comunitarios se enfrentan a la complicada tarea de hacer honor a las dos rayitas que simbolizan la estabilidad en el logo del euro.