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La unidad rural de la Policía Nacional terminará con los robos en el campo

Ocho agentes centrarán sus esfuerzos en erradicar la oleada de hurtos que padecen los agricultores portuenses desde hace una década

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Los agricultores portuenses ya no tendrán que volver a organizarse en patrullas nocturnas para vigilar las zonas rurales y disuadir a los ladrones. Los robos y saqueos a sus pertenencias se han convertido en un mal endémico durante los últimos años. Un problema que surgió a raíz de la pérdida de competencias de la Guardia Civil en el campo a favor de la Policía Nacional hace alrededor de una década, y que ha generado encendidas reivindicaciones por parte del sector. Los agricultores, junto con los residentes en las viviendas fuera de ordenación y las asociaciones de vecinos de El Puerto han llegado a crear una Plataforma de la Seguridad. Y una de sus peticiones más repetidas, y que incluso han llevado hasta el Congreso de los Diputados mediante cartas y peticiones de reuniones, ha sido la dotación de efectivos para el campo.

No ha sido para menos: los robos se han cebado con todo. Desde las herramientas de los cuartos de aperos, la maquinaria, los motores, los frutos de las cosechas y litros y litros de combustible... Los hurtos han lastrado sus economías, ya de por sí maltrechas, con pérdidas cuantificadas en miles de euros. De ahí que la puesta en marcha de una unidad específica por parte de la Policía Nacional les haya hecho respirar tranquilos.

La Guardia Civil no vuelve

Si bien siempre han pedido el regreso de la Guardia Civil por su conocimiento del terreno y su experiencia, la disminución de efectivos de este cuerpo, que se dedica exclusivamente a las zonas costeras, lo hacía inviable.

En esta coyuntura, con la dotación de ocho agentes y los medios materiales necesarios, se inicia una nueva etapa auspiciada por el nuevo comisario, Enrique Jiménez. Una de sus primeras decisiones tras tomar el mando del cuerpo, el pasado verano, fue atender las peticiones de los agricultores que, de hecho, notaron el descenso en los hurtos desde que la presencia policial se hizo más evidente.