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«Soy consciente por primera vez de que el cambio es posible en Andalucía»
«Griñán no acierta ni cuando rectifica, debería olvidarse para siempre de la tasa de las bolsas y del impuestazo del agua» Javier Arenas Bocanegra. Presidente del PP Andaluz
SEVILLA. Actualizado: GuardarJavier Arenas Bocanegra (Sevilla, 1957) ha estrenado el año nuevo con la alforja de 2010 repleta de encuestas consecutivas dando la victoria al PP en Andalucía. A Arenas se le ve contento, optimista y no oculta que vive su momento más dulce desde que regresó a la política andaluza en 2004. A cinco meses de las municipales y a un año de las autonómicas, está convencido de que los sondeos no son una foto retocada por la crisis, sino fiel retrato de un cambio de ciclo en Andalucía, el fin a treinta años de gobiernos socialistas que las citas electorales certificarán. En esta entrevista, el candidato del PP a la Presidencia de la Junta se muestra confiado del cambio en Andalucía y defiende la preparación de su partido para ello. La entrevista fue realizada el día de su cumpleaños, el 28 de diciembre, en el club Antares de Sevilla. Ayer aceptó responder sobre la renuncia de Álvarez Cascos como militante del PP.
-¿Las encuestas le han subido a un globo como dicen sus adversarios políticos?
-Estoy más que nunca con los pies en la tierra. Soy consciente por primera vez de que el cambio es posible, creo que en este año (2010) hemos convencido a los andaluces de la utilidad del cambio. Nos queda lo más complicado, la recta final, pasar del cambio útil al cambio sin riesgos. La gran novedad va a ser un gobierno para todos, el asunto central, las oportunidadades para los andaluces. No soy víctima de ninguna euforia, de ningún triunfalismo, estamos preparados en ideas y en personas para gobernar en Andalucia.
-¿Cambiará su estrategia?
-Vamos a seguir con la misma estrategia hasta ahora: mucha humildad, mucha calle, mucho centro, mucho andalucismo constitucional y mucho estar al lado de la gente que lo está pasando mal.
-¿El PP ya no da miedo en Andalucía?
-Bajo ningún concepto.
-¿Lo daba antes?
-El Partido Popular tuvo una etapa en los primeros años de la democracia en el que el socialismo triunfó en su estrategia de identificar al PP con los privilegios. El miedo ha desaparecido, hoy los privilegios están alrededor de los que llevan 30 años gobernando. Los ocho años de gobierno del PP, con cinco millones de empleo y uno de ellos en Andalucía, mataron al dóberman.
-¿La crisis es su aliada, como afirma el PSOE?
-Los andaluces penalizan más los engaños al ocultar la crisis que la incapacidad de Zapatero, Chaves y Griñán para enfrentarse a ella. Hay tres elementos definitivos para el cambio en Andalucía, la virulencia de la crisis en nuestra comunidad, los treinta años de gobierno socialista y el fracaso estrepitoso de Griñán frente al liderazgo de Chaves. A medida que los andaluces conocen más a Griñán, va teniendo más rechazo. El caso de Griñán es el esos políticos a los que interesa que le conozcan poco.
-Con esos argumentos, ¿dónde queda la ilusión por votar al PP?
-Yo le he explicado que esos son los tres elementos que ha permitido que emerja la ilusión por la alternativa. Cuando hay desconfianza, esta solo se supera con el cambio. La credibilidad nos llegará cuando tengamos elecciones. La ilusión que genera el PP es porque nos consideran políticos preparados, sobre todo políticos que damos mucha más confianza a la hora de administrar los problemas que más preocupa a la gente. Hoy los andaluces creen que los populares son mucho más fiables para que se cree empleo, para que se acabe la crisis, para mejorar la educacion, para resolver el problema de la vivienda o para afrontar la inseguridad ciudadana o la inmigración. Gobernaremos por los desméritos del PSOE y por los méritos del Partido Popular.
-¿Por qué insiste tanto en todas sus declaraciones en que Griñán no va a ser su contrincante en las elecciones autonómicas?
-Porque creo que Griñán, su propia personalidad, no está hecha a la cultura del sacrificio que exigen los partidos en democracia. No quiere ser el primer socialista que pierda unas elecciones en Andalucía. Y en tercer lugar porque creo que la desconfianza que muestran sus compañeros hacia él en privado se hará pública después de los resultados de las municipales. No es que insista mucho, es que ustedes me preguntan,yo prefiero hablar de otras cosas.
-¿Y a quién ve usted de candidato si no es a Griñán?
-Ese es el problema del PSOE. El PSOE ha entendido que podría explicar el cambio estando los mismos que estaban y sin ningún salto generacional. Los cambios de líderes sólo se comprenden cuando hay un salto generacional. A mí no me parece mal que tengamos un presidente con 64 años o 65 años, pero el camino y el recorrido de Griñán ha sido exactamente el mismo que el de Chaves durante 30 años, y si me aprieta, Griñán era más responsable de la crisis si cabe que Chaves porque era vicepresidente económico de la Junta. La verdad es que no estaba el señor Griñán para ir de bombero frente a la crisis.
-¿Cómo son sus relaciones con Griñán y con Chaves?
-Mis relaciones con Chaves fueron educadas y en bastantes momentos cordiales, de mucho respeto. Le he considerado un político de mucha entidad, muy mal gobernante, pero yo distingo siempre entre político y gobernante. Con Griñán tuve una relación muy estrecha, de amistad, sobre todo cuando se produjo el relevo en el Ministerio de Trabajo (sustituyó a Griñán como ministro de Trabajo en 1996), luego se ha enfriado, y con el paso del tiempo, respeto su formación, su capacidad como orador; me parece un político que no es buen analista, que vive bastante alejado de la realidad y tiene una tendencia a elevarse que le supera.
-Los andaluces le ven a usted con más liderazgo en el PP que a Griñán en el PSOE, ¿es importante para un candidato ser el que mande en su partido?
-Creo que los ciudadanos premian la cohesión en los partidos, saben que si tu partido está ordenado y tiene gran cohesión interna, tu le vas a dedicar el cien por cien de tu tiempo a los problemas de los ciudadanos. En esas circunstancias son las que está hoy el PP en Andalucía. Tengo un liderazgo en el partido porque mis compañeros me lo aportan, me lo reconocen, y lo que intento todos los días es cultivar eso a base de mucho diálogo, de mucho trabajo, de mucho sacrificio, intento ser el dirigente del partido que trabaje más y haga más sacrificio, pero a veces hay compañeros que me superan.
La corrupción pasa factura
-¿La corrupción pasa más factura al PSOE que al PP?
-Creo que la corrupción pasa factura a todas las formaciones políticas, sobre todo por la actitud que se mantiene. La gente entiende que se pueden dar casos aislados en donde miles de personas toman decisiones; el problema es que se reaccione frente a la corrupción ocultándola y no permitiendo la investigación. Realmente es terrible e insólito que en el Parlamento de Andalucía en los últimos 15 años no se haya hecho ni una sola comisión de investigación.
-Me refería al caso Gúrtel, que no está pasando factura al PP.
-Creo que el caso Gúrtel el PP ha dicho la verdad, que nunca, nunca ha habido financiación ilegal, y que ha habido personas que se han aprovechado del Partido Popular. Todas las personas que tenían que asumir responsabilidades políticas han dejado sus responsabilidades en el partido o en los cargos públicos.
-Usted ha defendido que el señor Fabra pueda ser candidato.
-Yo defiendo la presunción de inocencia para todos, para los dirigentes del PP y para los del Partido Socialista. En el caso del señor Fabra hay una decisión judicial que no ha entrado a valorar los supuestos delitos por motivos de prescripción. Siempre que se ha presentado a las elecciones ha tenido un respaldo extraordinario y creo que en estos momentos no está inhabilitado para presentarse.
-Los últimos movimientos de CiU y PSC en la votación de Artur Mas como presidente de Cataluña, ¿alejan definitivamente el adelanto electoral en España como pide su partido?
-Creo que el pacto de Cataluña no tiene nada que ver con el adelanto electoral. El pacto de Cataluña es que el PSC le da una alegría al señor Mas, porque es investido dos días antes, y el señor Zapatero no coge una botella de oxígeno, coge un botellín. Pero sí significa algo profundo, significa que el PSC sigue en el error de imitar a los nacionalistas; y algo que aleja a los ciudadanos de la política, que es el que pierde, en lugar de dedicarse a la oposición, se dedica a pastelear con el que ha ganado. Los ciudadanos no entienden los pactos que no responden al interés general.
-Sin embargo, usted me recuerda a Artur Mas.
- ¿¡Ah síii!? (sorprendido).
-Se había presentado varias veces, como usted.
-Pero Mas la primera vez que se presentó venía del Gobierno (de Pujol), había sido conseller en cap, que es lo mismo que vicepresidente; yo la primera vez que me presenté (1994) venía de la oposición pura y dura, pasé de 26 diputados a 41; la segunda vez (1996) sacamos algunos cientos de miles de votos más; y luego la última vez (2008), que hemos sacado diez diputados más. No hubiera habido una siguiente si en alguna de esas no hubiera sacado más votos o más diputados. La verdad es que en el Parlamento de Andalucía, aunque le resulte chocante, sólo he tenido la oportunidad de estar cuatro años y medio. Me han querido presentar como lo antiguo, pero la verdad es que pertenezco a una generación distinta a la de Chaves y Griñán, cuando ellos tenían cargos públicos, yo acaba de pasar de los pantalones cortos a los pantalones largos.
-Recuerdo aquella primera vez que se enfrentó a Chaves, era muy joven y quería parecer mayor, ahora insiste mucho en parecer más joven, en su diferencia de edad con Chaves y Griñán. ¿Por qué?
-(Se ríe). Esa pregunta tiene un 50% de verdad. La primera vez que me presenté era muy joven, treinta y pocos años. Tenía canas, me salieron por la muerte de un hermano mío, y decían que yo me había puesto blancas las sienes (para los carteles), algo que no tenía nada que ver con la realidad, pero es verdad que yo tenía un cierto prejuicio de que era joven, y la verdad es que ahora no quiero parecer más joven, estoy en la edad...
-¿En la edad horrible de los 50?
-(Vuelve a reírse). En la edad espantosa de los 50, pero muy contento y muy experimentado. No quiero parecer más joven, pero tampoco más viejo, antes quería parecer más viejo, ahora no quiero parecer más joven, pero tampoco más viejo. Me quedaría así.
La marcha de Cascos
-Cuando en 1996 marchó a la política nacional con Aznar coincidió con Álvarez Cascos, ¿qué le parece que haya abandonado la militancia en el PP?
-Lamentamos mucho su decisión. El PP siempre será la casa de Álvarez Cascos. Todo el partido sabe que Álvarez Cascos ha sido una persona clave en los últimos 30 años de nuestra historia y de los gobiernos de José María Aznar.
-Hay otra diferencia que sí le veo con Mas. Usted suele decir ultimamente, el cambio primero le tocó al País Vasco, luego a Cataluña y ahora Andalucía, pero Patxi López y Mas gobiernan sin mayoría absoluta, aquí usted sabe que es complicado.
- Si hoy tuviera que apostar apostaría por una victoria clara y rotunda del PP, no por un ligero desgaste del PSOE y un ligero repunte del PP, no estamos en la etapa de crecer unos diputados o un 5%, hemos superado la raya de la oposición y en mi opinión se nos ve como el gobierno futuro, la mejor prueba es que en todas las provincias de Andalucia se respire el cambio. Hay tres provincias en las que el PP tendría mayoría clarísima, como son las de Almería, Granada y Málaga, hay dos que dan una victoria muy rotunda al PP, como son Cádiz y Córdoba, y hay tres provincias donde disputamos la victoria al PSOE, Jaén, Huelva y Sevilla. Esto era impensable hace tres años. Se han vuelto las tornas.
-Pero es consciente de que sin mayoría absoluta no gobernaría.
-Ese es un escenario que no contemplo, sólo contemplo la mayoría de gobierno, prefiero ese término al de mayoría absoluta. Si gano las elecciones y no tengo esa mayoría, no podré ser investido si PSOE o IU no respetan la lista más votada. Yo por supuesto estoy dispuesto a gestionar esa mayoría y tengo muy claro cómo hacerlo, pero parte de esa pregunta no puedo contestarla ahora, sino en la noche de las elecciones.
-Su estrategia de captar el voto andalucista e incluso fichando a ex dirigentes de este partido, ¿no le deja sin un posible aliado?
-Me lo dice gente en la calle, si hubiera un PA... Pero mire, mi partido es un partido con vocación mayoritaria y de gobierno, no con vocación pactista. A partir de ahí, ¿de qué nos sirve alimentar un posible pacto con el PA si el PP no es mayoritario?, nuestro objetivo era un PP mayoritario, y eso nos lo daba recuperando espacio andalucista y el espacio frontera con el PSOE, que es lo que hemos conseguido ultimamente. Con la encuesta del IESA, cerca de 200.000 personas que votaron al PSOE en las anteriores elecciones hoy votarían al PP, y es verdad que los votantes que quedan del PA se identifican con el PP. Así que cómo voy a echar de menos un PA; si hubiera un PA a lo mejor era a costa de que el PP nunca ganara. Mi objetivo es ganar las elecciones con un pacto con la mayoría de los andaluces.
-Otra de sus tácticas ha sido lo que llama gobiernos en la sombra, habida cuenta de que va reduciendo consejerías y ya va por diez, ¿cuántas crisis de gobierno en la sombra ha hecho?
-No, no, siempre he barajado como cifras de un posible gobierno en Andalucía a doce o diez consejerías. Ahora formaría un gobierno de diez consejerías porque me parece que más que nunca tenemos que ir a una reducción de la administración política, sobran altos cargos, sobran delegados provinciales, sobran consejeros. Quiero que el cambio suponga una Andalucía líder en austeridad y líder en reformas, y a partir de ahí, pues tengo en la cabeza las diez personas que habría en ese gobierno.
-¿Qué promete para Cádiz?
-Creemos prioritario el nuevo acceso a la capital por el puente de la Constitución de 1812, también el corredor ferroviario en las dos bahías, que llegue el AVE a la capital y también a Algeciras y la autovía entre Huelva y Cádiz. Pero también pondremos en marcha un plan de empleo especial para la Bahía.