«La Pepa fue una utopía, pero capaz de hacerse realidad»
Nuria Núñez CompositoraLa jerezana es la autora de 'Donde se forjan las quimeras', la obra que la Joven Orquesta de España presenta en el ciclo 'Tiempo de cambios'
CÁDIZ. Actualizado: GuardarSu partitura vital es firme, armoniosa, in crescendo. Con apenas 30 años, la jerezana Nuria Núñez Hierro es una de las jóvenes compositoras más veterana y exitosa del país. Cursa un máster en Berlín y sigue los pasos de su maestra y referente Elena Mendoza. Entre encargos, premios y estudios, Núñez ha sacado tiempo para crear la pieza musical que servirá para inaugurar el ciclo 'Tiempo de cambios' en el Gran Teatro Falla. El 12 de enero, los chicos de la Joven Orquesta de España estrenan 'Donde se forjan las quimeras', el tributo musical a la Constitución de 1812.
-¿Cómo surgió el proyecto de escribir una pieza para la conmemoración del Bicentenario?
-Fue en la primavera y me lo propuso la coordinadora de 'Tiempo de cambios', Elena Angulo. Le he dado muchas vueltas a 'Donde se forjan las quimeras' y he jugado con las acepciones de ese término. Por un lado quimera significa ser con distintas procedencias. De esa idea surgió el material musical. El otro significado es el de sueño, ideal imposible. La Constitución fue una utopía que al menos se materializó durante dos años y sirvió de base a la actual.
-¿Ha tenido que indagar mucho sobre los sucesos y el ambiente de aquella época?
-Sabía lo que todo el mundo. Sí, he investigado mucho. He escogido también un estribillo de una canción popular que recoge Benito Pérez Galdós en los 'Episodios Nacionales'. 'La aurora son las Cortes que con sabios vocales remediarán los males dándonos libertad'. Se da la circunstancia de que el músico no supo componer la armonía musical que los cantantes tuvieron que repetir cuatro veces 'que con sabios' para poder llevar el ritmo adecuadamente.
-A pesar de su juventud, ya cuenta con una exitosa carrera en el mundo de la composición. ¿Supone un reto crear una obra para un evento tan importante?
-Poder presentar este trabajo en un marco como éste es ideal. Además, es de agradecer la confianza que han depositado en mí. Se trata de mi segundo trabajo sinfónico, el primero, 'La fragilidad del equilibrio', ya lo estrené en el Festival de Música Española.
-Queda en manos de los chicos de la Joven Orquesta de España, ¿han podido ensayar?
-Ellos ya tienen la partitura, pero todavía no nos hemos reunido. El lunes vamos a Pilas, localidad en la que estaremos ensayando durante varios días seguidos. La obra está escrita para orquesta completa, con cinco percusionistas y dos arpas. Los instrumentistas estarán en el escenario y en los palcos laterales, forman parte de la concepción de la obra.
-Y después del estreno de 'Tiempo de cambios'...
-La presentaremos también en Zaragoza y Madrid. Cuanto más rodada esta la obra, mejor saldrá.
-Su segunda obra para orquesta completa, ¿se ha quitado el vértigo?
-La verdad es que con esta obra estoy más cómoda. La primera la afronté con mucho más temor, era la prueba de fuego. Con 'Donde se forjan las quimeras' me he notado más soltura y creo que he imprimido mejor mi personalidad.
-Hasta ahora trabaja mucho por encargo. Para un artista debe ser algo limitado, ¿le gustaría dejar soltar ya su propia inventiva?
-Da lo mismo. La composición viene casi sola. Si tienes el tema te adaptas a él y ya está. Después, todo lo que haga es mío y sale de mi imaginación y mi personalidad. Una vez que estás imbuida en el ambiente, la composición te sale casi sola.
-¿Cuáles son sus próximos proyectos?
-Volver a Berlín para continuar el máster. Desde que estoy allí he sido nombrada finalista del premio de composición Hanns Eisler, organizado por todas las escuelas de música de la capital. Además, me ha llegado el encargo de la Academia de España en Roma y otros proyectos de menor envergadura.
-Tiene apenas 30 años, ¿virgencita que me quede como estoy...?
-Es tentador decir eso, que ya es bastante, pero quiero seguir aspirando a desarrollar mi propio camino. Mi meta es buscar y tener un lenguaje musical propio, para ello solo tengo que trabajar.