La dirección del PP veta la candidatura de Álvarez Cascos en Asturias

La candidatura de Francisco Álvarez-Cascos en Asturias no verá la luz. El comité electoral del PP aprobó ayer que la concejal ovetense Isabel Pérez-Espinosa sea la cabeza de lista popular en los comicios autonómicos del 22 de mayo. La decisión supone un paso más en el proceso de renovación de los líderes del partido opositor que emprendió Mariano Rajoy tras el congreso de Valencia en 2008. Ya no quedan dirigentes de la 'vieja guardia' de José María Aznar en puestos de relevancia, con dos excepciones, el propio Rajoy y el presidente del PP andaluz, Javier Arenas.

El sueño de Cascos de volver al primer plano de la política no se hará realidad. El comité electoral del PP, presidido por el ex ministro Miguel Arias Cañete, puso fin así a un culebrón kilométrico en torno a la candidatura que amenazaba con fracturar el partido en Asturias. Un riesgo que tampoco está conjurado con la resolución porque desde el entorno del ex vicepresidente y ex secretario general del partido han amagado con crear otro partido si la candidatura no salía adelante. Todo dependerá de la reacción al veto del propio Cascos, está por ver si saca el hacha de guerra o se va, disciplinado, a casa.

Las formas en que el ex 'número 2' del partido ha llevado su postulación nunca gustaron a Rajoy ni a la secretaria general, Dolores de Cospedal. La noticia sobre las intenciones de Cascos llegó a la dirección del partido a través de los medios de comunicación y solo cuando el debate estaba en pleno apogeo en la calle hubo una comunicación directa del aspirante de sus planes a la secretaria de Organización, Ana Mato, y después al propio Rajoy.

La polémica, sin embargo, se mantuvo viva muchos meses, alimentada sobre todo por el silencio del presidente del partido que nunca ha dado en público su opinión al respecto y prefirió que pasara el tiempo con la secreta esperanza de que el asunto se dilucidara en los órganos de dirección del PP asturiano y se alcanzara una solución de consenso. Pero ese momento no llegó y, al final, tuvo que intervenir el comité electoral. Rajoy se ha inclinado por tener una candidata poco conocida como la concejal de Oviedo y asegurarse la unidad del partido en el Principado pues cuenta con el respaldo de la mayoría en vez de que colocar a un cabeza de lista de relumbrón y conocido, pero con el peligro de que se consumara una fractura. La dirección del PP maneja además estudios de que tampoco con Cascos iba a recuperar el Gobierno en Asturias porque los socialistas e Izquierda Unida sumarían más escaños en las elecciones autonómicas.

El líder del partido ha puesto además en marcha una operación para la renovación de los dirigentes y candidatos en aquellos territorios que no gobernaba el PP. Así lo hizo en Cataluña con Alicia Sánchez Camacho, Euskadi con Antonio Basagoiti, y Galicia con Alberto Núñez Feijóo, que ha dado buenos resultados en las citas electorales.