Retiran la tutela a los padres de la niña prostituida en Badajoz
La menor está internada en un hospital madrileño para estudiar sus necesidades psíquicas y sanitarias
MADRID. Actualizado: GuardarLa Comunidad de Madrid ya se ha hecho cargo de la tutela de la menor que fue prostituida en la localidad de Arroyo de San Serván (Badajoz). La muchacha fue trasladada ayer hasta un hospital público madrileño donde le es prestada atención sanitaria y social, para evaluar su estado tras lo ocurrido, según explicó la Consejería de Familia y Asuntos Sociales.
Aunque el padre se sigue oponiendo a la tutela de la Comunidad, está «colaborando» con los representantes autonómicos, «porque está viendo que lo que le están ofreciendo es positivo para la niña», según una portavoz de la Consejería. El padre acudió en la tarde del miércoles a dependencias de la Comunidad de Madrid para notificar que la niña se encontraba con él, con su madre y con una hermana, y que se negaba a que la administración autonómica asumiera su tutela.
La presidenta Esperanza Aguirre defendió ayer que las autoridades son las que deben buscar «la garantía de la mejor atención para la niña y la mejor garantía para sus padres, que estoy segura de que están sufriendo mucho». La presidenta regional explicó que los expertos van a testar «en qué condiciones» se encuentra la menor y si es necesaria que reciba «atención desde el punto de vista psicológico, psiquiátrico y sanitario».
El 10 de diciembre, la Comisión de Tutela de la Comunidad de Madrid acordó asumir cuanto antes la responsabilidad legal sobre esta menor, tras analizar los informes que los servicios sociales municipales vienen realizando sobre esa familia «desde hace mucho tiempo» y que son «muy prolijos y muy amplios, porque (la niña) lleva mucho tiempo en tratamiento». Según Aguirre, los servicios sociales municipales ya informaron en 2009 de una primera fuga de la niña, pero el expediente fue archivado tiempo despué cuando les comunicaron que la chica parecía que estaba bien con la familia.
Tras reconocer que es «muy probable que se pudiera haber tenido mayor celeridad» en este caso, la presidenta rechazó que sea una «cuestión de negligencia por parte de nadie».