Rosillo vuelve a entrenar con la primera plantilla

El calvario de Juan Rosillo parece haber concluido. El canterano puso ayer fin a una larga recuperación de una lesión que le ha tenido apartado de los terrenos de juegos desde la pasada pretemporada. Y es que lo que comenzaron como unas molestias de pubis terminaron con una operación y una larga recuperación que le ha alejado del fútbol desde el pasado mes de agosto.

Ayer realizó su primer entrenamiento con el primer equipo y ya afirma tener «buenas sensaciones. Creo que esta vez sí que va a ser la definitiva y podré volver a los terrenos de juego. Ha sido el primer día que he realizado el entrenamiento completo con el primer equipo. La verdad es que me he encontrado muy bien y he tenido muy buenas sensaciones. Creo que estoy totalmente recuperado. Es cierto que lo tengo un poco cargado, pero es normal después de tanto tiempo parado».

Juan Rosillo inició esta campaña con mucha ilusión. Tanto Viqueira como Javi López anunciaron desde un principio que la cantera xerecista podría tener este año mucho protagonismo y Rosillo pretendía dar el salto definitivo al primer equipo a pesar de la dura competencia. Por todo ello, forzó más de la cuenta durante los primeros entrenamientos: «En la pretemporada ya tenía molestias que incluso las arrastraba de la campaña anterior. Intenté forzar hasta que un día el pubis me dijo 'hasta aquí has llegado'. Estuve dos semanas fuera del grupo, pero lo volví a intentar y me dio otra vez fuerte. Buscamos todos los métodos para evitar el quirófano y haciendo trabajo específico de compensación y fortalecimiento de la zona, pero en cuanto hacía un par de entrenamientos volvía a tener molestias».

Fue entonces cuando apareció la opción de la operación, pero consultaron primero a un médico de Jerez que les dijo que «no era necesario pasar por el quirófano» y que en un par de semanas se recuperaría si hacía reposo total. «Aquello no fue ninguna solución», cuenta Juan, «y volvieron las molestias por lo que consulté a un médico de Sevilla que dio el visto bueno a la operación en cuanto me vio. Me dio cita, pasé por quirófano, estuve dos semanas sin hacer nada y he estado haciendo trabajo específico hasta que he realizado el primer entrenamiento con el grupo».

Una vez que fue intervenido inició los primeros ejercicios con el equipo filial azulino ya que sus obligaciones le impedían trabajar a las órdenes de Javi López: «Después de la operación he estado una semana entrenando con el Xerez B ya que no podía hacerlo con el primer equipo por aquello de las clases de la universidad». Pero ahora que comienza a tocar balón junto a Vicente Moreno, Mendoza, Bermejo y demás, ve las cosas de otro color y comienza a olvidar los malos momentos: «Lo he pasado muy mal porque llevo dos años intentando dar el salto y este año, que el míster está contando verdaderamente con la cantera, he tenido la mala suerte de lesionarme. He tenido que ver desde fuera como otros compañeros han debutado. Ellos se lo merecían, pero si yo hubiera estado bien también podría haber tenido una oportunidad».

Todo lo que ha vivido en estos meses le hace pensar que el mundo del balón le tiene una sorpresa guardada: «Espero que el fútbol me compense esto por otro lado». Además, ya ha dejado la calma atrás y tiene toda la prisa del mundo por calzarse las botas, vestirse de corto y hacer lo que mejor sabe, marcar goles: «El Xerez B no empieza la competición hasta el 9 de enero por lo que lo estoy aprovechando y haciendo trabajo más fuerte para adquirir ritmo ya que llevo mucho tiempo parado. Es normal que tenga que adquirir ritmo. De todas formas, espero jugar antes de un mes. Después del parón navideño quiero tener algunos minutos. Lo he estado hablando con el médico y le he dicho que quiero volver a jugar, vestirme y meter goles cuando antes». Ese será el primer paso antes de volver a llamar a la puerta de primer equipo para intentar tener su oportunidad y debutar al igual que ya lo ha hecho otros compañeros.