EN CAMPAÑA

Quedan algo menos de cinco meses para las elecciones municipales, pero hace ya tiempo que los partidos jerezanos están en campaña. Y pisarán el acelerador tras las fiestas navideñas. Todos, sin excepción. Cada uno tiene ya trazadas las líneas maestras de sus respectivas tácticas e irán poniéndolas en práctica progresivamente. Hay, incluso, el que las tiene programadas hasta el más mínimo detalle, con un calendario en el que figuran 'anotaciones' en prácticamente cada una de las fechas.

Creo que no le faltaba razón a la alcaldesa días atrás cuando decía, en una entrevista en UNA Televisión, que está convencida de que va a ser una campaña muy movida y en la que los ataques a su gestión y los rumores sobre aspectos que lindan el ámbito más íntimo van a estar al orden del día. Va a ser dura, muy dura. A cara de perro, algo para lo que todos también se están preparando y afilando más aún unos 'cuchillos' que, de hecho, ya llevan tiempo afilados. Basta con tirar de hemeroteca para certificarlo.

Unos pensarán que se avecina, así, una campaña de lo más entretenida. Otros, que se corre el peligro de saturar, hastiar y cansar a los jerezanos. Quien suscribe es de esta última opinión y es partidario de apostar por las propuestas constructivas, por explicar los proyectos que tiene cada uno y cómo afrontaría los problemas que tiene la ciudad, que son muchos y en muchos caso bien complejos.

Eso sí, pocos dudan a estas alturas que si finalmente se presenta, Pacheco puede condicionarlo tremendamente todo, tanto la campaña en sí como las tácticas del resto de partidos. Todos niegan ahora mismo que estén preocupados con la decisión del ex alcalde, pero saben perfectamente que su aparición en la arena electoral podría modificar sustancialmente el abanico de posibilidades que se abriría, las perspectivas y hasta, incluso, la manera de enfocar la campaña.

Raro es el día en que alguien no me pregunta al respecto o tantea mi opinión, como supongo que se hará con otros muchos. Y a todos les comento lo mismo, que casi nadie podría poner ahora mismo la mano en el fuego por ninguna de las dos opciones. Primero, porque Pacheco es imprevisible. Y segundo, porque ni él mismo quiere dar pistas. Es más, muchas veces juega al despiste con toda la intención del mundo. Además, él siempre tuvo una cuestión muy clara: apurar al máximo los plazos. Su irrupción, en todo caso, no se produciría hasta el último momento. Su reflexión, por tanto, está llegando al final. Parece, incluso, que habría podido encargar una encuesta para conocer lo que piensan los jerezanos sobre su posible candidatura y, de paso, ayudarle a tomar la decisión final. ¿Se imaginan otra campaña con Pilar Sánchez, María José García-Pelayo y Pedro Pacheco como primeros espadas? Aburrida, desde luego, no sería.