«Seguiré cumpliendo mis funciones»
El monarca, con esta atípica alusión en su discurso, disipó los rumores sobre la cercanía del momento de la sucesión
MADRID. Actualizado: GuardarEl rey no tiene previsto dejar la Jefatura del Estado, al menos a corto y medio plazo. Esa es la conclusión que se extrae de un atípico párrafo de su tradicional discurso de Navidad, que parece destinado a terminar con meses de especulaciones sobre la cercanía del momento para la activación del mecanismo constitucional de sucesión en el trono. Los rumores se desataron tras la operación de pulmón que el monarca sufrió la pasada primavera y por el notable aumento desde entonces de la presencia pública del príncipe Felipe, que incluso ha llegado a sustituir a su padre en varios actos oficiales relevantes.
Don Juan Carlos, tras agradecer a los españoles «el afecto» que le mostraron a raíz de la extirpación de un tumor benigno en el pulmón derecho, el 8 de mayo pasado, en el Hospital Clínico de Barcelona, realizó un reconocimiento público «al activo apoyo del Príncipe de Asturias» durante los días y meses siguientes de convalecencia y recuperación de la cirugía. El heredero de la Corona ayudó al jefe del Estado a aligerar su agenda del verano y el otoño, sobre todo de los actos más gravosos y que requerían un mayor esfuerzo físico, tal y como le aconsejaron los médicos.
«Es sin duda mi deber»
Pero hechos estos preámbulos en el discurso, el rey fue al grano: «Quiero, una vez más, asegurar que sigo y seguiré cumpliendo siempre con ilusión mis funciones constitucionales al servicio de España». Como remache de esta nítida declaración de intenciones concluyó: «Es sin duda mi deber, pero es también mi pasión».
Don Juan Carlos confirma su intención de continuar en sus funciones justo cuando resulta evidente que ha vuelto a recuperar buena parte del ritmo de su presencia pública. Quizá el punto de inflexión se produjo entre el 3 y 4 de diciembre pasados, cuando encabezó la delegación española que participó en Argentina en la Cumbre Iberoamericana, hecho que adquirió aún mayor relevancia por la ausencia a la cita del presidente Zapatero. Fue su segundo viaje oficial al extranjero tras la operación. El primero, tras medio año sin salir de España, lo hizo entre el 9 y el 14 de noviembre, a varios países del Golfo Pérsico.
Las secuelas de la intervención en el pulmón impidieron al rey participar, como pretendía, el 17 de mayo en la cena de la II Cumbre UE-América Latina en Madrid, acto en el que le sustituyó el príncipe. Su reaparición pública fue trece días después, en el desfile del Día de las Fuerzas Armadas en Badajoz. El fútbol concentró buena parte de las sustituciones de don Felipe. Lo hizo en la final de la Copa del Rey, el 19 de mayo en Barcelona, y, de forma más llamativa, en la final del mundial, el 11 de julio, en Sudáfrica, donde tuvo el placer de levantar la copa de campeones del mundo.