Un conductor realiza la prueba de la alcoholemia. :: EFE
ESPAÑA

Dos mil conductores con tres infracciones graves perderán su vehículo

La Fiscalía pedirá al juez que confisque los coches de reincidentes en delitos relacionados con alcohol, velocidad o conducción temeraria

MADRID. Actualizado: Guardar
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Cerco a los temerarios del volante. La entrada en vigor ayer del nuevo Código Penal permitirá a la Fiscalía de Seguridad Vial pedir al juez el comiso de los vehículos a los conductores 'multirreincidentes', es decir, a aquellos que hayan cometido al menos tres infracciones viales graves. El Ministerio Público reclamará el embargo dependiendo de la gravedad del hecho y la situación económica del implicado. Para ello tendrá en cuenta si el vehículo es de alta gama. Los coches confiscados serán reutilizados para fines solidarios y en los próximos meses se calcula que serán decomisados más de 2.000 vehículos.

La Fiscalía de Seguridad Vial maduraba desde hace medio año esta medida. Hasta la fecha, la confiscación de coches ya se aplicaba en los casos excepcionales de conductores 'kamikazes', pero dada la evolución de un amplio grupo de conductores a los que ni las penas de prisión ni los trabajos en beneficio de la comunidad lograban disuadir se ha ampliado el espectro a los considerados 'multirreincidentes'.

En este conjunto se encuentran los infractores con faltas relacionadas con el exceso de velocidad, la conducción bajo la influencia de alcohol y droga, la conducción sin permiso, con pérdida de puntos o con retirada de carné por orden judicial. Asimismo, se incluyen los supuestos de un solo delito de circulación bajo la influencia de alcohol y drogas y exceso de velocidad «generador de intenso peligro». Y, por último, un delito de conducción temeraria con consciente desprecio a la vida en carreras ilegales o los delitos viales con resultado de homicidio y lesiones imprudentes.

El objetivo de la confiscación es acabar con una situación de discriminación y de falta de castigo para esta delincuencia. Para la Fiscalía de Seguridad Vial, el coche es «velocidad generadora de conductas violentas, mientras que el comiso contrarresta la significación simbólica de estos comportamientos». «Es como decirle al conductor: pierde usted su vehículo, el próximo que compre debe ser un habitáculo de paz, convivencia y solidaridad», justifica el fiscal jefe Bartolomé Vargas.

Vargas reconoce que, además de proteger a las víctimas de accidentes de circulación, el comiso actuará como sustitutivo de la pena de prisión por delitos viales. En la actualidad hay 1.500 personas cumpliendo condenas de cárcel por estas infracciones, una cifra que prácticamente se ha duplicado en los últimos doce meses.

Fines solidarios

El nuevo Código Penal recoge que los vehículos decomisados por los jueces se entregarán de «forma inmediata» a autoridades administrativas o sin ánimo de lucro. En el supuesto de delitos de homicidio y lesiones imprudentes (salvo en los casos en los que las indemnizaciones a las víctimas hayan sido cubiertas) se procederá a la rápida venta del vehículo. Si no es posible, se transferirá a las víctimas la titularidad del coche con la finalidad de que puedan utilizarlo como decidan, aunque siempre teniendo en cuenta el interés y las finalidades públicas.

Para Bartolomé Vargas «es importante» la transferencia inmediata para que el vehículo no pierda su valor. Y pone casos concretos del destino final de estos vehículos: traslado de niños a los colegios o vigilancia de seguridad vial en su entorno, utilización en clases de seguridad vial en colegios, en obras de mejora y conservación de infraestructuras, en programas de deshabituación de alcohólicos o drogadictos, en tareas de señalización o cesión del vehículo a víctimas con lesiones medulares para su adaptación.

Para no dejar ningún cabo suelto, la ley trata aquellos supuestos para que el conductor 'multirreincidente' -cuyo perfil responde a hombre mayor, infractor de alcoholemia y con vehículo de gama media-alta- no se vaya de rositas. En el caso de que el coche desaparezca, la Fiscalía pedirá al juez el comiso de dinero o bienes equivalentes al precio del vehículo, asimismo investigará a fondo los indicios de fraude, es decir, cuando se hace figurar como titular del turismo a un testaferro o persona física o jurídica para evitar el castigo al temerario del volante.