VUELTA DE HOJA

De obligado cumplimiento

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La gente no respeta las leyes que no le parecen respetables. Procura burlarlas para contrapesar la seriedad de los legisladores. Desde nuestra más dura infancia nos han dicho que debemos ser esclavos de la ley si queremos ser libres. Nos han engañado: Hay leyes que nos esclavizan más y mejor. El invierno, que tengo entendido que acaba de empezar aunque comenzó hace bastante, nos ha traído una ley que ha pinchado en hueso y otra que a algunos nos va a hacer sangre. El Congreso ha rechazado la disposición segunda de la Ley de Economía Sostenible, también llamada ‘ley Sinde’. La normativa estaba encaminada a proteger la propiedad intelectual en internet, pero no ha dado buenos pasos por el bosque de las web, que son una verdadera jungla. Mayor fortuna ha tenido la Ley del Tabaco. No habrá vuelta atrás, aunque pongamos de vuelta y media a los hipócritas legisladores que prohíben el humo, pero no se atreven a cerrar los cerca de quince mil estancos que hay en España.

Desde el día 2 de enero del año que viene únicamente podremos fumar en el retrete de nuestra casa. El excusado, que decía mi abuelo, se llenará de volutas y será conveniente abrir la ventana.

Hay que aprovechar que ese ámbito aún no ha sido declarado espacio público. Así que sentémonos a leer y a echar un cigarrito o dos, según las ganas (de leer, se entiende) que tengamos. No podremos hacerlo ni en bares, ni en restaurantes. Nos han jodido la sobremesa que era una de las cosas más gratas del mundo, a condición de haber comido bien y de haberlo hecho con amigos. Menos me importa que no dejen fumar tampoco en los bingos ni en las salas de juego, ya que nunca he entrado en esos sitios. Considero que perjudican gravemente a la salud. Faltan unos diez días mal contados para que algunos lo pasemos mal. Por nuestro bien.