Lanzamiento de un misil mar-aire desde un marino de propulsión nuclear. :: R. C.
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La ratificación más esperada

El Senado de Estados Unidos sanciona el tratado de desarme nuclear StartObama logra un triunfo histórico al lograr que la Cámara Alta dé luz verde al acuerdo alcanzado con Rusia para reducir cabezas atómicas

NU EVA YORK. Actualizado: Guardar
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En una decisión largamente esperada, el Senado estadounidense dio ayer luz verde al nuevo tratado sobre armamento nuclear con Rusia, Start, una de las piezas legislativas más ambiciosas de la Administración demócrata para cuya suerte ha sido decisivo el concurso de trece senadores de la oposición. Más allá de las profundas implicaciones en materia de seguridad y el nuevo escenario que se abre con el histórico rival del otro lado del Atlántico para afrontar algunos de los grandes retos de política internacional, la medida supone un fuerte espaldarazo para Barack Obama, fortalecido en los últimos días gracias al triunfo en la Cámara Alta de la ley que levanta el veto a los homosexuales en el Ejército.

En una jornada de euforia para las filas demócratas, varios analistas coincidían en señalar la súbita recuperación que ha experimentado la acción de la Administración Obama, justo cuando su figura había quedado muy debilitada tras las elecciones legislativas del mes pasado y cuando restan apenas unos días para que los republicanos hagan efectivo el control del Congreso. Los orígenes de esta recuperación presidencial habría que buscarlos en el acuerdo bipartidista para prorrogar los recortes fiscales de la era de George W. Bush, quizás el ejemplo más claro del viraje hacia el centro dado por Obama, bien acogido por un sector de los republicanos moderados.

El nuevo Start, como se denomina la renovación del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas, habría prosperado gracias al apoyo de las dos tercera partes de los legisladores -la votación previa en la que se había configurado la mayoría sumó 67 votos a favor y 28 en contra. Su ratificación marcará un gran avance para los esfuerzos que ha realizado el presidente sobre el control de armamento después de que el tratado pareciera estar políticamente muerto hace apenas unas semanas. También le permitirá continuar con las iniciativas para mejorar las relaciones con Rusia con la que aspira a rediseñar nuevas estrategias para afrontar con más éxito la crisis con Irán o Corea del Norte.

«Estamos al borde de escribir el próximo capítulo en cuarenta años de lucha con el tratado sobre armas nucleares», declaró en los prolegómenos de la votación el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, John Kerry.

Obama y el presidente ruso, Dmitry Medvedev, firmaron el nuevo tratado Start en abril de este año. El acuerdo propone una reducción estratégica del arsenal armamentístico de ambos países. Así, se rebajará en un 30% el número de cabezas nucleares, hasta 1.550 por país, y limitaría a 800 el número de vectores estratégicos, como misiles intercontinentales, submarinos y bombarderos estratégicos a lo largo de los próximos siete años. Las inspecciones de armamento estadounidense terminaron hace un año luego de que expirara el acuerdo Start de 1991.

Inspecciones

Además, el documento introduce un nuevo sistema de inspecciones de los arsenales nucleares. «El tratado mejorará la estabilidad estratégica al acordar un menor número de armas nucleares, establecer un régimen de inspección riguroso sobre el acceso a misiles rusos, fortalecer nuestro papel de liderazgo para detener la proliferación de armas atómicas, y proporcionar la flexibilidad necesaria a la estructura de nuestras fuerzas estratégicas nucleares para que se adapten mejor a los intereses nacionales de seguridad», expuso el secretario de Defensa, Robert Gates.

El Gobierno de Obama se ha comprometido a modernizar los arsenales nucleares con un presupuesto de $85.000 millones de dólares para los próximos 10 años, lo que a la vista de Mike Mullen, jefe mayor del Estado Mayor Conjunto, «da fe de la importancia que se coloca en la disuasión nuclear y las inversiones necesarias para sostenerlo».

Los legisladores aprobaron por 67 votos contra 28 la moción que permitió poner fin a siete días de intensos debates en el Senado, por lo que los demócratas, que controlan actualmente 58 escaños de 100 en la Cámara Alta, podrían contar con los nueve votos republicanos que necesitan para la ratificación. La Casa Blanca había lanzado una gran ofensiva entre los senadores para lograr el visto bueno a un tratado que representa el mayor logro hasta el momento de la actual Administración en política exterior.

Consciente de lo que estaba en juego si la medida no salía adelante durante el periodo en el que los demócratas gozaban aun de la mayoría en las cámaras, Obama bombardeó por carta la semana pasada sendas cartas a los líderes demócratas y republicanos en el Senado en favor de la medida. Ayer mismo, el presidente emitió otras misivas a los legisladores más indecisos sobre su apoyo.