Arriba, imagen obtenida por uno de los nuevos escáneres. A la izquierda, una de las prendas comercializadas. :: LA VOZ
Sociedad

Los pasajeros Adán y Eva

Crean una ropa interior decorada con hojas de parra metálicas que evitan las impúdicas fotos de los escáneres

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Son el no va más de la seguridad aérea pero también la gota que ha colmado la paciencia de los pasajeros. Los indiscretos escáneres que desnudan a los viajeros se han convertido en el último grito en muchos aeropuertos estadounidenses... de manera literal, porque no faltan quienes montan una escandalosa escena cuando son avisados de que, o pasan por el polémico detector o se les efectuará un cacheo a fondo y sin pudor alguno que también ha provocado multitud de denuncias.

Pero esta situación podría acabar pronto, y no porque las quejas de los pasajeros hayan conseguido relajar la seguridad. El remedio viene de la mano de una empresa que acaba de poner en el mercado una ropa interior que protege de la intrusión de las 'radiaciones frías', las responsables de crear una imagen realista del cuerpo humano desnudo. La empresa que ha lanzado la línea de ropa infranqueable asegura que, gracias al uso en el tejido de varios metales en polvo, la opacidad en la zona púbica y en los pechos de las mujeres está asegurada. Y, además, sin que eso afecte a la seguridad de ningún vuelo, ya que sería imposible ocultar artefacto peligroso alguno en el área que resulta invisible para el escáner y que, para más inri, tiene forma de hoja de higuera. Así que a partir de ahora los viajeros serán retratados como Adán y Eva. Y por si fuera poco, aunque el 'escudo' es metálico, el viajero no tiene que temer que su ropa interior haga enloquecer al detector de metales. Eso sí, los diseños no son los más adecuados para una noche de pasión desenfrenada.

Aunque la compañía Rocky Flats Gear se ha apuntado el tanto gracias al especial interés que ha suscitado en la prensa el uso de estos escáneres, lo cierto es que la idea no es suya. Llega de un país que siempre va a la vanguardia en tecnología, y más todavía en lo que se refiere a perversiones y su combate: Japón. Hace ya tiempo que en el país del Sol Naciente las mujeres tienen que tener especial cuidado con su intimidad. Casi siempre por culpa de los 'chikán', hombres que se dedican a levantar faldas y bajar pantalones, a dejar correr sus manos en metros atestados para palpar allí donde no deberían, e incluso a utilizar filtros especiales en cámaras y teléfonos móviles para conseguir que desaparezca la ropa de sus víctimas y colgar luego en Internet su imagen desnuda.

Por eso varias compañías niponas vieron la necesidad, y el jugoso mercado, de la ropa interior contra pervertidos con sofisticados aparatos electrónicos. Empezaron con bragas, lanzaron luego el sujetador, y finalmente llegaron los bikinis. Claro que ahora no sólo los japoneses tienen que preocuparse de que una máquina les deje en cueros y quizá sea conveniente que todos hagamos un pedido de ropa interior metalizada.