Uno de los imputados por el caso de explotación sexual en Badajoz se suicida

La niña tiene 14 años, es de Madrid y llegó en septiembre pasado a Extremadura seducida por un joven rumano de 22 años. Lo que se encontró no fue un cuento de hadas romántico sino una brutal pesadilla. La menor se ha pasado casi tres meses secuestrada y explotada sexualmente. Ya está, de nuevo, en su casa de Madrid. Ahora el guión de su historia está en manos de la justicia.

Cinco rumanos se encuentran detenidos desde el pasado sábado, mientras cuatro vecinos de Arroyo de San Serván (Badajoz) están en libertad con cargos. Eran cinco pero uno de ellos, un agricultor de 55 años y ex concejal de IU, se quitó ayer tarde la vida con una escopeta en su propia casa. El Juzgado número 1 de Instrucción de la localidad pacense de Montijo, que ha declarado el secreto de sumario, puede imputar a los implicados los delitos de agresión sexual, prostitución, corrupción de menores y detención ilegal.

La perdición de María (no es su nombre real), una niña de 14 años que vivía confortablemente hasta septiembre en una vivienda de la céntrica calle Serrano de Madrid, fue dejarse seducir por un joven de 22 años. Era rumano y le convenció para abandonar la capital de España e irse a vivir con él a Arroyo de San Serván. Lo hizo. Pero en Extremadura, la historia de María se ha transformado en una pesadilla.

La noticia de esta muerte añade un tono lúgubre extra a una historia terrible, asquerosa, que tiene revuelto a este municipio de 4.000 habitantes pegado a Mérida. Una historia que arranca a finales del otoño, cuando los padres de la menor alertan a la Policía de su desaparición. Ella, de tez blanca, pelo moreno, ojos azules y unos 40 kilos de peso, había abandonado por su propia voluntad Madrid porque esperaba vivir un cuento de hadas en Arroyo. Todo lo contrario.

La adolescente llegó con el joven de 22 años (con antecedentes delictivos por robo de vehículos de motor) a una enorme casa de la calle La Sierra, pero no era un palacio sino un soberbio cuchitril, donde unos 30 rumanos viven hacinados. La menor estaba, en realidad, secuestrada, retenida. Por las noches era forzada a mantener actos sexuales con vecinos de Arroyo. La menor, puesta después en manos de la Guardia Civil, fue trasladada para revisión médica en Badajoz.

Agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil detuvieron el sábado a no menos de 10 personas, cinco arroyanos y otros cinco rumanos, que se pueden enfrentar a los delitos de agresión sexual, prostitución, corrupción de menores y detención ilegal. Los españoles están en libertad con cargos desde el lunes por la tarde.