«Vamos a quitárnoslo de encima»

Ayer estaba claro quién se iba y quien llegaba. Gerardo Díaz Ferrán entraba en la sala de convenciones de la Feria de Madrid acompañado por sus hasta ahora fieles escuderos, José María Lacasa y Rafael Aldama Caso, bajo un silencio sepulcral. Minutos después, Santiago Herrero y Joan Rosell tomaban el mismo camino soportando continuos apretones de manos y sonoras palmadas en la espalda.

La asamblea también dio ocasión a los desencuentros entre los candidatos. Herrero, líder de la patronal andaluza, apenas pudo disimular el malestar que le había supuesto el desenganche del dirigente de los empresarios madrileños, Arturo Fernández, con cuyo apoyo había contado inicialmente. Ambos se evitaron, y en ningún momento llegaron a cruzarse las miradas.

Mientras se oía cómo la lluvia rebotaba contra el tejado metálico del recinto, los 710 patronos con derecho a voto acudían en masa a las urnas. «Venga, vamos a quitárnoslo de encima», comentaban algunos de los presentes mientras hacían cola, sin aclarar si se referían a Díaz Ferrán o al engorroso proceso.

Entre reputados líderes de grandes compañías, caras populares más conocidas por su faceta en los palcos de los estadios de fútbol o un par de antiguos ministros, se encontraban muchos empresarios que aprovecharon el acto para concertar reuniones con sus proveedores o para cerrar algún acuerdo.