editorial

Requerimiento solidario

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La llamada a la unidad con la que los máximos responsables del PSOE quisieron atajar ayer las inquietudes críticas de los dirigentes regionales trató de advertir al conjunto del partido de que nadie gana en su ámbito territorial si pone en cuestión la solvencia del socialismo español. Se trata de una indicación tan cabal como interesada. Es comprensible que, a medida que se acercan las autonómicas y locales, los candidatos socialistas a la presidencia de comunidades y a las alcaldías se sientan más lastrados que favorecidos por pertenecer al partido en el gobierno de España. La contestación ciudadana a Zapatero y el desconcierto en las bases electorales del socialismo resultan suficientemente perceptibles como para que dichos candidatos teman verse arrastrados por un declive generalizado del favor social hacia sus siglas. La Ejecutiva socialista quiso advertirles ayer de que solo la imagen unitaria puede atenuar los efectos de una erosión generada fundamentalmente a raíz de la crisis económica. Pero la dirección del PSOE sabe que su llamada a la solidaridad interna pospone la discusión al previo escrutinio de los comicios de la próxima primavera.