Libros electrónicos

El desarrollo frenético de las nuevas tecnologías amenaza desde hace varios años con eliminar uno de los grandes placeres de la vida: la acción de hojear las páginas de un libro antiguo. El libro electrónico se presenta como el futuro mejor amigo para los amantes de la lectura: pesa poco, contiene miles y miles de títulos y su precio es cada vez más asequible. Una de las grandes ventajas que a mi entender tiene este soporte es la posibilidad de ampliar la letra del texto todo lo necesario, algo muy útil para miopes como yo, que encontramos serias dificultades en leer determinadas ediciones, sobre todo algunas de bolsillo, debido a su escaso interlineado y sus letras minúsculas. Sin embargo, coger el libro de papel y sentir el olor a tinta no tiene comparación posible. También almacenar ejemplares en las estanterías de casa tiene su encanto. No creo que seamos solo unos pocos románticos los que aún preferimos el formato tradicional. Por eso, lo deseable y también lo más probable es que ambos tipos de libros convivan durante muchos años más y que los lectores podamos elegir.