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El asesino de Olot dijo que sería famoso «al matar a unos cuantos»
BARCELONA. Actualizado: GuardarQuería ser famoso. Pere Puig Puntí, el albañil que el miércoles presuntamente mató a tiros a cuatro personas en Olot (Gerona), había comentado anteriormente que «algún día me haré muy famoso porque me cargaré a unos cuantos. Tengo una lista de los que quiero matar».
Llegó a bromear sobre ello con la que sería la primera de sus víctima, el constructor para el que trabajaba, Joan Tubert, según explicó ayer Carlos Monguilod, abogado del fallecido, a las puerta de los juzgados de Olot, donde el detenido prestó declaración durante más de tres horas antes de ser enviado a prisión.
Puig reconoció los crímenes con semblante calmado, deteniéndose sosegadamente en los detalles. Haciendo gala de su frialdad, admitió encontrarse más «tranquilo». El miércoles se vistió de «cazador» porque había decidido «ir de cacería».
Según explicó al juez, en su lista estaban también el del dueño del bar 'La Cuina de l'Anna', donde mató a sus jefes, y un cliente del local que se salvaron al no estar presentes. Quería vengarse de todos porque «le miraban mal y hacían comentarios sobre él que no le gustaban».
Según relató, la constructora para la que trabajaba le debía las pagas extras de las últimas Navidades y de julio, y 15 días de salario del pasado mes. Con los dos empleados de la sucursal de la Caja de Ahorros del Mediterráneo a los que también asesinó había tenido problemas porque no estaba conforme «con la manera en la que gestionaban su tarjeta Visa».
El homicida también dijo estar «arrepentido» y haberse sentido «invadido por una especie de serpiente interior, en el estómago y el cerebro».