España y su alarma

Saben los controladores qué les pasa a los trabajadores de Los Amarillos?. Lo desconocen y además les trae al fresco. Pues resulta que no cobran desde hace dos meses, y avisan, no como otros, que irán a la huelga si no le abonan lo que les pertenece. Lo mismito les pasa a los de ayuda a domicilio que cobran poco y mal. Tampoco están al día sobre las amas de casa de Jerez que buscan un trabajo para ayudar a la economía familiar. Que en Jerez, en la que también hubo controladores que se ausentaron de sus puestos, más de 7.000 familias sobreviven gracias a la ayuda de Cáritas. Que a los parados se les acaba la ayudita de los 426 euros. Que para 2011 se esperan más despidos, y así innumerables conflictos laborales, salariales y 4 millones de apuros. Entonces estos señores y señoras tienen un morro que se lo pisan ¡es que siguen en las nubes! y como dijo el ministro Blanco, no tienen conciencia del daño que han hecho al país y a la población. Ahora llegan como corderitos, prometiendo que no volverán a ausentarse del trabajo ¿Nos fiamos?. ¿Lo dicen porque están con la soga al cuello? . ¿Por qué no firmaron el 85% antes de producirse el caos?

La población no está asustada con el estado de alarma. Los que asustan son algunos programas de televisión, cuando sus tertulianos y presentadores llevan al extremo sus ideas y comentarios incendiarios, que si te lo crees, muchos espectadores habrá que sí, te vas a la cama con la sensación de que va a pasar algo muy gordo en España. Qué manera más hostil de vivir, de desprestigiar a un Gobierno que, aunque haya sido así y ahora, es el primero en decir basta. Han pasado 30 años durante los cuales UCD, PSOE, PP y PSOE de nuevo, han permitido convenios con los que los controladores han vivido lleno de privilegios en todos los sentidos, no solo en el sueldo. Así las cosas hace unos días escuchaba a un invitado de estas tertulias, decía: «Como el Ejecutivo le coja el gusto al estado de alarma un día de estos y por cualquier tema, saldrán los militares con armas por la calle» Qué manera de confundir y de crear alarma, pero de la de verdad. Menos mal que ese mismo día leí el discurso del príncipe y del cirujano Fuster, venían a decir: criticar menos y trabajar más. Dejemos de mirar hacia dentro y más hacía fuera, y que de nuevo tocaba europeizarnos para colocar a España en el lugar que le corresponde.