El Hespérides abandonó Cádiz cerca de las dos de la tarde, tras una multitudinaria despedida. :: M. GÓMEZ
Sociedad

Un viaje para descubrir los secretos del océano

Las ministras de Ciencia y Defensa encabezan la multitudinaria despedida del buque HespéridesMalaspina 2010, la mayor expedición científica española, arranca desde Cádiz

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Doscientos años después de que el italiano Alejandro Malaspina embarcara en Cádiz en una gran fragata para dar la vuelta al mundo, impulsado por el espíritu ilustrado del siglo XVIII y las ansias de conocimiento, su gesta se repite de nuevo. En esta ocasión, el barco, el Hespérides, es mucho más moderno, y los sistemas de navegación y la tecnología que porta en sus entrañas, mucho más avanzada. No obstante, el espíritu de sus tripulantes es el mismo. Aprender, descubrir, aumentar los conocimientos que se tienen sobre el océano profundo, el mayor ecosistema del planeta, pero también el menos explorado.

Ayer, tras la visita de las ministras de Ciencia y Defensa, Cristina Garmendia y Carme Chacón, el buque de la Armada, Hespérides, que ha navegado los polos en múltiples ocasiones, partió desde Cádiz rumbo a Río de Janeiro, la primera de las paradas de la circunnavegación de la Expedición Malaspina 2010, impulsada por ambos ministerios y gestionada por el CSIC.

A bordo de la nave viajan 300 científicos de todo el mundo, a los que se sumarán otro centenar de ellos en diferentes puertos de la travesía, que durará siete meses y tendrá seis etapas. Si se cumplen las expectativas, el Hespérides estará de vuelta el 14 de julio en Cartagena.

Esta expedición constituye un hito histórico en la historia de la ciencia en España, un avance en la excelencia que coloca al país en la primera línea de la investigación mundial. El doctor Carlos Duarte, científico del CSIC y director de Malaspina 2010, recuerda que el proyecto surge gracias a la cooperación de una treintena de instituciones. El objetivo no es otro que evaluar el impacto del cambio climático en los mares, y explorar la biodiversidad marina en sus capas más profundas. Al Hespérides le seguirá a mediados de enero el buque Sarmiento de Gamboa, que partirá de las Islas Canarias rumbo a República Dominicana. En su viaje de vuelta, hará las veces de buque escuela, y en él viajarán jóvenes investigadores de un gran número de universidades españolas.

El comandante del Hespérides, Juan Antonio Aguilar, explicaba ayer que para esta aventura se ha renovado el buque desde los Astilleros de Cartagena. «Una circunnavegación siempre es interesante», recordó el comandante, que reconoció a su vez que el personal de la Armada también está emocionado con la travesía, al igual que los científicos.

Antes de despedir el barco en el puerto de Cádiz, las ministras de Ciencia e Innovación y Defensa, Cristina Garmendia y Carme Chacón pronunciaron palabras de aliento y felicitaron a los responsables. La titular de la cartera de Ciencia, recordó que pese a los «derrotistas y pesimistas» que creen que España está a la cola en investigación, el país desarrolla actualmente proyectos científicos muy ambiciosos, como este, «que se financian con fondos públicos». Por otro lado, Garmendia alertó de que el mayor peligro al que se enfrenta la ciencia española es «la fuga de cerebros». No obstante, según la ministra, esta iniciativa simboliza una «nueva realidad» y destacó que la expedición Malaspina representa uno de los 77 proyectos de excelencia que se enmarcan dentro del programa Consolider.

Carme Chacón empezó su intervención repitiendo las palabras que hace doscientos años pronunciara Alejandro Malaspina, cuya misión era «investigar la felicidad de la Humanidad». Ahora, lo que impulsa este viaje es «conocer nuestros mares, la biodiversidad del océano, clave para descubrir lo que ocurre en la Tierra». Según la ministra, «ciencia y Armada» unen esfuerzos para llevar a cabo esta «gesta» que mejorará «el futuro de todos».