La Navidad dispara los hurtos de productos de primera necesidad
Personas con un perfil «normalizado» se lanzan a robar alimentos en supermercados y grandes superficies de forma reiterada
JEREZ. Actualizado: GuardarNi su aspecto externo ni su intachable trayectoria hacen pensar que se hayan convertido en delincuentes. Sin embargo, estas personas que se mueven en un entorno normalizado, quizás motivadas por la desesperación se han lanzado por otros derroteros y han acabado cruzando la línea de la legalidad. Se trata del nuevo perfil del caco, que ha cambiado sustancialmente y que se ha acentuado en estos tiempos de crisis y por estas fechas tan señaladas.
Desde la Fiscalía de Área de Jerez alertan de que al menos una vez por semana recala en los juzgados una de estas personas acusada de hurtar diversos productos, especialmente los de primera necesidad, en supermercados y grandes superficies. Son gente «aparentemente normal» que se dedica a robar comida, que en la mayoría de los casos acaba siendo pillada y que incluso no tiene inconveniente en reconocer los hechos.
Una facilidad para la confesión que viene motivada por la circunstancia de que, si el valor de lo sustraído no llega a 400 euros, se le acusa de una simple falta que requiere multa y que casi nunca se acaba pagando, si el individuo en cuestión se declara insolvente. En el caso de que se le imputara un robo con fuerza, al forzar algún establecimiento, por ejemplo, si carece de antecedentes le queda suspendida la pena de dos años si no vuelve a delinquir.
Esta realidad, que hace que salgan de rositas y vuelvan sobre sus pasos una y otra vez, despierta un profundo malestar entre los profesionales de la justicia, que se muestran encantados con la futura modificación del Código Penal, que incluirá un registro de faltas. En esta base de datos constarán todos los individuos que comentan este tipo de infracciones, de tal forma que la acumulación de las mismas se convertirá en delito y con ello se enfrentarán a penas más contundentes.
Modus operandi estudiado
Uno de los principales problemas que existen en la actualidad, como apuntan las mismas fuentes, es que no queda rastro alguno de que la misma persona sea la que comete estas faltas reiteradas veces, por lo que es habitual que terminen cogiendo el truco y delinquiendo sistemáticamente, siempre hurtando productos que no superen los 400 euros.
Fuentes policiales consultadas por este medio coinciden en solicitar una modificación que implique el endurecimiento de las condenas para estos individuos, que llegan a ser detenidos hasta diez y doce veces en poco tiempo. Conscientes de que esta situación empeora por estas fechas, la Comisaría ha puesto en marcha un dispositivo especial para reforzar la seguridad en determinados puntos de la ciudad.
Como era de esperar, las zonas más conflictivas son las comerciales, en especial los grandes complejos y los supermercados. En el centro, y más concretamente en la calle Larga, los agentes también llevarán a cabo una mayor vigilancia aunque recuerdan que «los medios son los que son», y como suele pasar en estos casos los recursos limitados impiden que se preste un servicio de mayo calidad.