«La relación de ellos era perfecta, él solo le pegaba cuando se drogaban»
La madre de una supuesta maltratada reconoce que ésta era agredida por su novio, pero la víctima se niega a declarar en el juicio
CÁDIZ. Actualizado: Guardar«¿Es cierto que su hija sufría maltrato, amenazas y era ofendida por su marido?», le preguntó el fiscal a la madre de la supuesta víctima de violencia de género. «Ocurría cuando se drogaban; pero cuando no estaban drogados, la relación de ellos era perfecta», dijo ella.
Esta madre se sentaba ayer ante el tribunal de la sección Tercera de la Audiencia Provincial como testigo en el juicio contra su yerno: Enmanuel O. G, un joven de 30 años, al que se le piden diez años y nueve meses de prisión por un supuesto delito de malos tratos habituales contra su mujer, de amenazarla de muerte, insultarla y, sobre todo según le acusa la fiscalía, por encerrarla supuestamente durante tres días en su casa de Jerez -en enero de 2009-, por atarla de pies y manos a la cama y someterla a todo tipo de vejaciones. Se le acusa, además, de haberle apedreado y dejarla sin comer ni beber durante esos días de supuesto cautiverio.
Aparte de este truculento episodio, el fiscal recuerda en su calificación que Enmanuel «ha venido ejerciendo violencia física y psíquica sobre su mujer desde 2005». No en vano, el hombre cumple actualmente una condena firme de prisión por malos tratos, dictada en 2006.
A pesar de todo, el fiscal no pudo probar en el juicio ninguno de estos delitos, ya que la madre de la víctima reconoció que supo de las supuestas agresiones por boca de su hija, pero «nunca vio ninguna de ellas». Además, el único testigo que podía confirmar de primera mano si ocurrieron o no los hechos denunciados, era la propia víctima, pero ésta se acogió a su derecho a no testificar contra su marido. Y es que, a pesar del supuesto episodio de la detención y los malos tratos, la pareja sigue sentimentalmente unida.
Enmanuel O. G. también se negó a contestar a las preguntas del fiscal y de su propio letrado, pero interrumpió varias veces a los testigos, mientras lloraba por la situación en la que se encontraba. El abogado defensor del joven pidió su absolución, aunque planteó como posibles atenuantes -en caso de que haya condena- la adicción a las drogas del acusado y un supuesto trastorno mental.
Si bien la pareja de Enmanuel se negó testificar contra él, tampoco desmintió la versión que había ofrecido el fiscal, así que éste mantuvo su solicitud de pena de 10 años y nueve meses de cárcel, además de la prohibición de acercarse a la mujer a menos de 300 metros durante seis años y medio. Aún así, el Ministerio Fiscal planteó como castigo alternativo -si el tribunal considera los atenuantes- una pena de dos años y cuatro meses de prisión para el joven.