Las obras no terminan de arrancar y los accesos están empantanados

Aunque por activa y por pasiva se dijo que la sentencia no impedía que continuarán los trabajos, lo cierto es que el ritmo ha caído desde el pasado septiembre. Ayer mismo se acometía la urbanización de la calle Real a la altura de Santo Entierro, un punto que los vecinos de la zona habían denunciado por el mal estado en el que se encontraba la carretera y los problemas que suponía para la circulación de los vehículos.

Sin embargo, el número de trabajadores sigue siendo mínimo y muy alejado de la normalidad de la obra. Sobre todo cuando los accesos de la ciudad, ya sea por Venta de Vargas o por la rotonda de Tusquets, continúan empantanados. En ambos extremos se ha procedido a labores de pintado y delimitación de pasos de cebra, pero poco más. A todo ello hay que añadir que la falta de actividad y mantenimiento está produciendo daños en la calzada e inundaciones, sobre todo en Venta de Vargas.

¿Y los plazos?

Pero al margen de que haya más o menos actividad, lo indiscutible es que los plazos se están incumpliendo y así lo han denunciado ya desde formaciones políticas a colectivos comerciales y entidades vecinales. Según las primera estimaciones las obras debieron acabar a principios del 2010 y ahora se ha puesto la primavera del próximo año como fecha de culminación de los trabajos. El principal problema reside en el nuevo puente de la variante que se encuentra a la mitad y del que depende la reconstrucción del puente Zuazo, al absorber el tráfico que actualmente soporta una edificación con siglos de antigüedad.