Regalos simbólicos

La crisis nos ha dejado algunas cosas buenas, hemos de admitirlo, al margen de la situación de desánimo generalizado y de depresión en los casos más desesperados. Una de ellas es que, al contrario que otros años, la mayoría de nosotros ha decidido planificar bien sus compras navideñas, en lugar de dejarlo todo para el último momento. Por razones obvias. No en vano es la recomendación más repetida por parte de los colectivos de consumidores, ayuda a ahorrar y evita las compras compulsivas. Ahora yo propongo ir un paso más allá y directamente no comprar nada más que lo necesario. No significa que dejemos de intercambiar regalos, sino que optemos por regalos simbólicos y con significado. Algo bonito sería una foto antigua rescatada del olvido y enmarcada, o un objeto reciclado, como algún libro que hayamos leído.