La Junta apoya la medida y los sindicatos plantean protestas

Mientras que la Junta se apresuró ayer a defender la medida liberalizadora anunciada por el Gobierno, entre los sindicatos sentó como un jarro de agua fría. Las palabras del responsable del sector aéreo de CC OO, Francisco Calvo, fueron nítidas: «Esto es una ruina, van a terminar de hundir a AENA, que ahora mismo sí que es rentable». Por ello, los trabajadores de La Parra van a mantener una asamblea en la que decidirán si realizan o no protestas el próximo viernes.

Su visión pesimista contrasta con el optimismo de la Junta, donde la consejera andaluza de Presidencia, Mar Moreno, vinculó la decisión a la «diversificación de la gestión» de los controladores aéreos. De este modo se podrá garantizar «un futuro con bastante más tranquilidad en esta materia tan sensible», añadió.

Moreno expuso que las torres se pondrán en manos privadas en lo que respecta a las operaciones de aproximación, despegue y aterrizaje, mientras «que en la navegación aérea, es decir, el cielo español, va a seguir, como es natural, operando AENA».

Sin embargo para el responsable del sector aéreo de CC OO, Francisco Calvo, la liberalización de la torre de control es un primer paso, ya que «luego vendrá la privatización de la gestión del aeródromo, lo que afectará a un centenar de trabajadores directos». Eso vendrá a finales de febrero, por lo que Calvo criticó que «les van a vender un aeropuerto flamante tras haberse invertido cien millones de euros; no van a tener que desembolsar nada en 15 ó 20 años». El principal temor es que los trabajadores «pierdan su condición de empleados públicos». Tampoco se obvia que «para las empresas la rentabilidad empieza cuando se comienza a recortar personal».

Por último, «cuando se parta la red, todo irá a la ruina». Se refiere Calvo a que se fomentará la competencia entre los aeropuertos.

A nivel andaluz el secretario de Acción Sindical de CC OO, José Luis García, mostró también su «total desacuerdo con cualquier tipo de privatización de un servicio público, como las torres de control de los aeropuertos».

García indicó que la primera consecuencia para estos controladores será la movilidad geográfica, ya que los trabajadores que están en una torre de control que vaya a ser privatizada «se tendrán que ir o a un centro de control o a otra torre de las que quedan en AENA».

Por último, explicó que esta medida de Fomento afectará aproximadamente a 34 controladores entre Jerez y Sevilla y no al personal de mantenimiento.