La Policía acudió al centro escolar al recibir el aviso. :: J. C. CORCHADO
Jerez

Detienen a un individuo por acercarse a una menor de la que había abusado

El joven tenía una orden de alejamiento que quebrantó dos veces, la última de ellas la pasada semana cuando acudió al colegio de la chica

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Una condena por abusos y una orden de alejamiento no parecen ser suficientes para amedrentar a un individuo que, después de agredir a una menor de edad, ha quebrantado hasta en dos ocasiones el dictamen del juez y ha ido en busca de su víctima. El pasado jueves, esta persona volvió a ser detenida por la Policía Nacional a las puertas del colegio donde estudia la chica, de unos 16 años.

Como informaron a LA VOZ fuentes del caso, se trata de un ciudadano marroquí que se encuentra en la ciudad en situación legal con un visado de permanencia de 90 días, y que recientemente fue detenido y condenado por realizar tocamientos a esta menor, aunque no llegó a pisar la cárcel, probablemente porque la pena no alcanzó los tres años y carecía de antecedentes.

Esta condena trajo consigo la correspondiente orden de alejamiento que ya quebrantó en una ocasión, intentando acercarse a la víctima. Hace cinco días, el individuo se dirigió al centro escolar y fue visto en la verja del mismo, acechando nuevamente a la joven. Ésta se percató del asunto y avisó a sus padres, quienes alertaron de inmediato a la Policía, que se presentó en el centro y procedió a su arresto.

El hombre, de unos 20 años, pasó una noche en el calabozo de la Comisaría y fue puesto en libertad, a la espera de que se celebre el juicio. Como confirmaron las mismas fuentes, el visado de turista por el que permanece en Jerez le vence a mediados de enero, y lo previsible es que tenga que abandonar el país antes de que se produzca la vista. Una vez en su lugar de origen, no tendrá que rendir cuentas a la justicia española.

Hace menos de un mes, los padres de otra adolescente denunciaban el intento de violación al que había sido sometida su hija en la calle Bizcocheros. En esta ocasión se trataba de un individuo que vestía un pasamontañas y que se abalanzó sobre ella aprovechando la oscuridad y la soledad de las calles del centro durante la noche.