MISERIA BRILLANTE

El género del musical en nuestro país cada vez se asienta con mayor fuerza y gana adeptos gracias a la espectacularidad de sus puestas en escena. A diferencia de otros géneros, los ingredientes que combinan historia, música, canciones y coreografías, da lugar a ver cumplido uno de los objetivos más importantes del teatro: el entretenimiento. Afortunadamente, en el caso de 'Chicago', el resultado es bueno en su forma y llega con facilidad al espectador gracias a la buena ejecución de un elenco de profesionales y entregados bailarines y actores que disfrutan con su trabajo y contagian al espectador toda su energía. Pese a que los tres papeles protagonistas, -dos presuntas asesinas y un peculiar abogado-, son los de mayor peso en la obra, los demás roles tienen también una importante presencia en el espectáculo. Protagonistas y secundarios están igualmente defendidos por un reparto que hace parecer fácil las secuencias coreográficas y musicales. Si tuviésemos algo que destacar sería el número final del primer acto con el dueto de la melodía 'Mi amiga fiel soy yo', y por otro lado la calidad y potencia vocal de Linda Mirabal en el papel de 'Mama-Morton'.

Pero lo que realmente sustenta este espectáculo y lo que le redimensiona por encima de muchos otros musicales en los que la historia no es relevante quizás, es que las escenas y peripecias de sus personajes se encuentran estructurados dentro de una dinámica sumamente interesante que además de contarnos anécdotas, nos retrata una sociedad cruel, decadente y superficial. De este modo, 'Chicago' nos devuelve la imagen de un mundo en el que, como dice uno de sus temas, 'No hay clase'. De este mundo miserable, pero lleno de luces y sombras, la traición, el adulterio, la avaricia, la indecencia y el poder entre muchos otros temas, sobresalen para ahogar y denostar incluso a uno de los valores más importantes de la humanidad: la libertad.

Gracias a un guión excelentemente escrito, ésta compañía consigue atraparnos durante más de dos horas en las que la espléndida música e iluminación, acompañaron a las voces, los cuerpos y presencias de un nutrido grupo de jóvenes artistas que logran transmitir su pasión por lo que hacen. Un espectáculo digno de ver.