La competitividad
Actualizado: GuardarLa sociedad moderna basa su progreso en la competitividad, hoy todo el mundo quieren ser competitivo; pero a la competitividad no se puede ir si no hay una preparación adecuada. Por ejemplo, si competimos en una media maratón o un máster de natación necesitaremos buenos nadadores y buenos corredores y con una buena preparación tanto física, técnica, como psicológica y anímica; si no, nos vendremos sin triunfos. Pero en la competición o competitividad son los jóvenes los verdaderos protagonistas: los veteranos pueden ganar medallas pero sus marcas siempre estarán muy por debajo de los jóvenes preparados. Quiero decir que tenemos que potenciar ese caudal de vigorosidad y talento en los jóvenes y muy especialmente en lo laboral, anteponiendo la fuerza y el vigor de la juventud a la vejez.
La competitividad requiere esfuerzo, ilusión, y entrega y sumado a todo esto, los medios adecuados de formación y tecnología e innovación para que el trabajador se sienta realizado y feliz en su profesión y empresa. El empresario y los currantes deben formar una familia unida, ya que les unen intereses comunes. Los currantes deben ir formándose e ir ilusionados a sus tajos. Para ello, los empresarios deben tener un concepto más justo y valorado de sus empleados, deben tener una mentalidad más emprendedora que explotadora, dejarse de pelotazos a corto o medio plazo. Si queremos llegar de los primeros a la meta debemos sentirnos unidos tanto jóvenes como veteranos y equipo técnico y demás. Juntos podemos; pero sobre todo son los jóvenes a fin de cuenta quienes ganan las carreras: los veteranos son parte integrante del equipo aportan el saber y la veteranía.