El príncipe Carlos y su esposa Camila se vieron sorprendidos por el ataque con pintura contra su coche cuando iban al teatro. :: AP
MUNDO

Reino Unido convierte en lujo la universidad

El Parlamento aprueba las tasas más elevadas del mundo en medio de violentas protestas de los estudiantes

LONDRES. Actualizado: Guardar
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El Parlamento británico aprobó ayer un aumento de las tasas universitarias que deja el acceso a la educación superior en Reino Unido como la más cara en los países desarrollados, mientras en el exterior del palacio de Westminster una minoría de los estudiantes que se habían manifestado a lo largo del día contra la propuesta del Gobierno provocaban disturbios.

La ley aprobada con la mayoría de veintiún diputados dobla la máxima tasa introducida por el anterior Ejecutivo -unos 3.917 euros- y aquellas universidades que quieran incrementar de 7.834 al nuevo tope de 10.714 euros podrán hacerlo si lo justifican por la inclusión de cursos más intensivos o por el coste de medidas de ampliación del acceso.

El plan del Gobierno incluye un programa de becas para sufragar costes de manutención de estudiantes de familias con bajas rentas. Incrementa en casi 400 euros hasta alcanzar 3.870 euros al año la subvención a estudiantes de familias con una renta anual inferior a 30.000 euros. Habrá becas parciales para aquellos con rentas hasta 50.000 y más préstamos para aquellos que procedan de familias con una renta inferior a 70.000 euros. Las subvenciones son más altas para quienes estudian en Londres.

La nueva ley también eleva el mínimo salarial que los graduados que han recibido préstamos para pagar las tasas deben alcanzar para que estén obligados a iniciar la devolución del dinero adelantado. Antes era de 18.000 euros anuales y ahora será de 25.000. Los licenciados estarán obligados a pagar el 9% de su salario por encima de ese umbral.

Iniciativa laborista

El aumento de las tasas universitarias era una preocupación del Gobierno laborista, que las introdujo y luego encomendó al que fuera jefe ejecutivo de la multinacional British Petroleum, lord Browne, la revisión del sistema de financiación de la enseñanza superior. El Ejecutivo actual mantuvo el encargo a Browne, que llegó a la conclusión de que se debían eliminar los límites máximos y dar libertad a las universidades para fijar las tasas que creyeran convenientes.

La coalición de conservadores y liberaldemócratas ha aceptado algunas propuesta de la revisión y ha descartado otras, optando por el mantenimiento de límites y por su aumento. Su argumento es que el número de estudiantes universitarios se ha multiplicado en las últimas décadas y que la financiación pública de la educación superior es insostenible cuando los alumnos tienen además la expectativa de tener rentas superiores a las de los no licenciados en su vida profesional.

Las tasas se convierten en una necesidad porque el plan cuatrienal de recorte del gasto público, presentado por el Gobierno este otoño, se compromete a reducir un 40% la financiación de las universidades. Mantiene la dotación pública a la investigación y los presupuestos de docencia para cursos científicos o basados en la matemática. Por eso, los recortes de docencia en lo que se denomina en el sistema británico como artes y humanidades es mayor que ese 40%.

Ley polémica

La ley ha creado polémica en las universidades y en la Cámara de los Comunes. Ha sacudido en especial a los liberaldemócratas, porque se comprometieron en la campaña electoral para los comicios del pasado mayo a derogar las tasas universitarias introducidas por el anterior Ejecutivo laborista. Su líder, Nick Clegg, que logró altas cotas de popularidad tras el primer debate televisado en el inicio de la pugna por el 10 de Downing Street, es ahora denostado, llevando incluso al establecimiento de medidas de seguridad especiales para su protección y la de su familia - su mujer es la abogada española Miriam González- en su domicilio privado en el sudoeste de Londres.

El voto de ayer reveló que los 'libdems' se dividieron. El acuerdo de coalición permitía a los diputados del partido abstenerse sobre el aumento de tasas y poco menos de la mitad del grupo parlamentario lo hizo. Ha habido dimisiones de figuras menores del Gobierno. Pero los dirigentes más destacados, incluido el ministro de Innovación, Formación y Negocios, Vincent Cable, en cuyo departamento se incluye la educación superior, votó a favor de la medida.