Los responsables del FMI y del BCE, Strauss-Khan y Trichet. :: EFE
Economia

El BCE demanda reformas de gran calado para atar la recuperación

El supervisor prevé que el PIB de la zona euro crecerá en 2010 entre un 1,6% y un 1,8% respecto de 2009

MADRID. Actualizado: Guardar
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Hacen falta reformas ambiciosas y rápidas para aplacar a los mercados y afianzar el crecimiento sostenido. Es la última advertencia del Banco Central Europeo (BCE) a los países de la zona euro que, como España, padecen niveles de déficit muy altos, que sitúan a sus economías en una posición de particular fragilidad ante las turbulencias que todavía sacuden los mercados de deuda soberana.

En su boletín de diciembre, la institución presidida por Jean Claude Trichet subraya que para lograr el objetivo de un crecimiento más vigoroso y sostenible «deberían aplicarse con celeridad reformas estructurales sustanciales y de gran alcance». Sin citar a ningún país en concreto, plantea la necesidad de cambios «de gran calado» en los estados que «han experimentado una pérdida de competitividad o que aún soportan déficits fiscales y exteriores elevados», un patrón que recoge algunos de los peores males que arrastra la economía española.

El BCE propone a los países en peor situación eliminar «rigideces» en sus mercados laborales e incrementar la competencia del mercado de productos, sobre todo en la rama de los servicios, ya que eso estimularía la innovación y la incorporación de nuevas tecnologías. Son, según el boletín, medidas «esenciales» para fomentar el crecimiento de la productividad, factor que considera uno de los principales motores del crecimiento a largo plazo.

El organismo supervisor también extiende recetas a la banca. Señala que las reformas estructurales descritas tienen que ir acompañadas por una reestructuración apropiada del sector financiero. El saneamiento de los balances, el control efectivo del riesgo y unos modelos de negocio transparentes y sólidos «siguen siendo elementos fundamentales para reforzar la resistencia de las entidades de crédito a las perturbaciones y asegurar un acceso adecuado a la financiación», subraya.

Vulnerabilidad

El regulador transmite también su «preocupación» en torno a las «posiciones fiscales insostenibles» de algunos estados y señala que su «vulnerabilidad» frente a las reacciones adversas de los inversores en renta fija «sigue siendo muy elevada» y perjudica al conjunto de los socios de la moneda única.

En ese entorno, considera «claramente necesario» que los países más afectados -y de nuevo opta por no dar nombres- refuercen la confianza de la opinión pública y de los mercados en los planes de ajuste impulsados para sanear las finanzas públicas. El BCE cree que ese es el camino para reducir las primas de riesgo (diferencial entre el rendimiento del bono alemán a diez años y sus equivalentes, que en el caso español superó los 300 puntos a finales de noviembre, coincidiendo con el rescate de Irlanda) y para respaldar el «crecimiento sostenido» ansiado a medio plazo.

El BCE recuerda a todos los países del euro la necesidad de establecer estrategias de consolidación plurianuales «ambiciosas y creíbles», así como la pertinencia de «aplicar las medidas correctivas previstas, centrándose en el gasto». En sus planes presupuestarios para 2011 y los años posteriores -señala- las autoridades de los socios de la unión monetaria deberán «especificar detalladamente las medidas de ajuste fiscal que sean necesarias» y «corregir cualquier desviación de los objetivos anunciados».

De cara al cierre de este año, la institución expresa su confianza en que «la recuperación del PIB se mantenga» en la zona euro y apunta a un «crecimiento sostenido» de la actividad en el cuarto trimestre. Para el conjunto de 2010, pronostica un avance interanual del PIB de entre el 1,6% y el 1,8%. Muy por encima de la caída del 0,3% que prevé el Gobierno para la economía española, pero muy por debajo del avance del 5,3% que el BCE augura al resto del mundo, por el especial tirón de las grandes economías emergentes.