La diócesis llena la Catedral para el pontifical de la Inmaculada

La Santa Iglesia Catedral acogió ayer el solemne pontifical de la Inmaculada Concepción de María, uno de los días grandes de la diócesis puesto que es la patrona de la diócesis de Asidonia-Jerez. El primer templo jerezano se quedó pequeño para acoger a los fieles que quisieron participar de la celebración, que estuvo presidida por el prelado de la ciudad, monseñor Mazuelos, ayudado en el presbiterio por los canónigos catedralicios.

La nutrida presencia de hermanos mayores de nuestras hermandades evidenció que el compromiso de estas corporaciones sigue intacto en nuestra ciudad con su Iglesia, aunque había dudas debido a las numerosas quejas de los hermanos mayores por la negativa del obispo a la celebración de un Sábado Santo con procesiones en la calle en la diócesis. También otros estamentos estuvieron plenamente representados, así como numerosas parroquias de la diócesis, que no quisieron dejar sólo al prelado en la brillante Eucaristía que ayer se vivió en la Santa Iglesia Catedral.

Con una duración de casi hora y media, la Eucaristía fue amenizada por la Coral Catedralicia acompañada de un grupo de jóvenes que la diócesis ha creado con motivo de las Jornadas Mundiales de Juventud en Madrid para agosto del año que viene, una prioridad para el obispo Mazuelos. De hecho, el obispo se refirió en repetidas ocasiones a estas jornadas y al trabajo de voluntariado que se está llevando a cabo, con arriesgados programas de acogida para jóvenes que empezarán desde este mismo fin de semana en todas las parroquias de la diócesis. Su homilía, brillante y rotunda, explicó la simbología de la Inmaculada Concepción de María, y el triunfo de Cristo sobre la serpiente, la tentación de Eva.

Unas palabras que fueron acogidas con atención incluso por los niños que escucharon la Eucaristía sentados en primera fila. Como escucharon la imponente actuación, otra más, de la Coral Catedralicia, dirigida por el maestro Ángel Hortas. Un lujo para la diócesis de Jerez.