Imagen de una máquina utilizada para falsificar importantes sumas de dinero. :: L. V.
Jerez

Condenado a dos años y medio de cárcel por pagar con dinero falso

Un individuo ofreció billetes no auténticos en dos bares y cuando la Policía lo pilló llevaba encima 16 por valor de 20 euros cada uno

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Lo que podría pasar por un simple acto de pillería le ha costado caro a Sebastián H. C, un jerezano que ha sido condenado a dos años y medio de cárcel por llevar encima una cierta cantidad de billetes falsos e intentar pagar con ellos en al menos dos bares, a sabiendas de que se trataba de dinero ilegítimo. La 'broma' ha terminado con una sentencia dictada por la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, a la que LA VOZ ha tenido acceso.

En el documento, el juez fija para el condenado la pena de prisión mencionada anteriormente, además de una multa de 720 euros, otra de seis euros diarios durante dos meses y la suspensión de empleo mientras dure la condena. Otros dos imputados en el caso, el hermano y la cuñada de Sebastián H. C, han quedado sin embargo absueltos al no haberse demostrado su participación en los hechos.

Todo se remonta a noviembre de 2008, cuando el inculpado se encontraba en una venta de Algodonales y pidió una botella de agua mineral y una bolsa de patatas fritas, para lo que pagó con un billete no auténtico valorado en 20 euros, recibiendo como vuelta 18 euros en dinero legítimo.

Solo un cuarto de hora después, el individuo se dirigió a otro establecimiento hostelero de la misma localidad y realizó exactamente el mismo pedido pero, cuando se dispuso a abonarlo nuevamente con dinero de dudosa procedencia, una clienta se percató de ello y se lo hizo saber al camarero, lo que obligó a esta persona a desembolsar un billete auténtico.

Resultado del registro

Tras su marcha, los responsables del local lo denunciaron a la Policía y ésta localizó el coche en el que los testigos le habían visto montarse. Cuando los agentes lo interceptaron, el condenado iba acompañado de su hermano y su cuñada, pero no consta que éstos estuvieran al tanto de su actividad delictiva. Los funcionarios procedieron entonces a registrar al individuo y cuando fueron a palparle el bolsillo del pantalón golpeó la mano de uno de los policías e intentó tirar por encima de una valla nada menos que 16 billetes falsos de 20 euros.

En el fallo, el juez argumenta que una vez comprobado que el dinero era falso y que el imputado intentó pagar con él en dos bares, el debate debía centrarse en dilucidar si existía intencionalidad y la posible implicación o no de sus dos familiares. En este sentido, el hecho de que pidiera exactamente lo mismo en dos locales con escasos minutos de diferencia y que se intentara deshacer del dinero ante los agentes evidencia que sabía que éste era ilegítimo y solo quería sacar rédito de ello.

En cuanto a la participación de los otros imputados, el magistrado recuerda que, ante la duda, siempre habrá que decantarse por la interpretación más favorable para el reo.