ESPAÑA

«La iban a montar y había que cortarlo»

Los populares apoyarán en el Congreso el estado de alarma, pero criticarán errores del Ejecutivo y la ausencia de Zapatero El Gobierno defenderá sus medidas contra el caos aéreo y pedirá al PP que aclare de qué lado está

MADRID. Actualizado: Guardar
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José Luis Rodríguez Zapatero defenderá hoy en el pleno del Congreso cada una de las medidas que los consejos de ministros del viernes y sábado pasados adoptaron para salir al paso de la huelga salvaje de controladores y para resolver el caos aéreo que causaron con el abandono masivo de sus puestos. El presidente pedirá a los grupos su apoyo para el decreto del estado de alarma y les comunicará que, solo si es preciso para asegurar la normalidad del tráfico aéreo, regresará al hemiciclo antes de Navidad para solicitar su prórroga.

La tesis principal del Ejecutivo es que la confrontación con los técnicos era inevitable. El Gabinete está convencido de que en defensa de sus «privilegios laborales» preparaban desde hace tiempo el colapso de los aeropuertos para el puente de la Constitución y las Navidades, por lo que la regulación oficial de sus horarios y la posterior declaración del estado de alarma fueron decisiones acertadas para neutralizar el pulso, como ha acreditado su efectividad. En palabras del vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba: «Los controladores sabían que la iban a montar y había que cortarlo».

Las grandes líneas del discurso del presidente fueron anticipadas por Rubalcaba y por la ministra de Defensa, Carme Chacón, en Radio Nacional y la Ser: el pulso permanente al Estado y a los ciudadanos por parte de un colectivo de 2.000 trabajadores, la liberación de los aeropuertos en menos de 24 horas gracias al decreto de alarma, el compromiso del ministro de Fomento -el único que «se ha atrevido» con ellos- de arreglar el contencioso de una vez por todas y de usar para lograrlo todos los recursos que da la ley y la Constitución y la determinación de depurar responsabilidades disciplinarias y penales con los controladores que «abandonaron su puesto de trabajo, se marcharon a su casa, y dejaron tirados a cientos de miles de ciudadanos en los aeropuertos».

«No les puede salir gratis», repitió un día más el titular de Interior, horas antes de que las fiscalías comiencen a tomar declaración a los presuntos controladores sediciosos, que solo en Madrid alcanzarán la cifra de 175 y que en el conjunto del país serán 442.

«No hubo provocación»

El vicepresidente primero rechazó las críticas del PP sobre la oportunidad del decreto y negó que la aprobación fuese «una provocación» hacia los técnicos justo antes de un largo puente sino, más bien, algo totalmente necesario para romper su estrategia. Ese argumento es «infumable», señaló, para añadir que «me llama la atención que algunos utilicen los mismos argumentos que los controladores». Chacón anticipó cómo responderán a los peros de los populares cuando ayer dijo que el PP tiene «una magnífica oportunidad» en el Congreso de aclarar a los españoles «de qué lado está». La titular de Defensa, como prueba de la eficacia del estado de alarma, dijo que el viernes abandonaron sus puestos a la vez el 70% de los controladores, que nada más llegar los militares a la torres -madrugada del sábado- el porcentaje bajó al 50%, y que, con el decreto de 'militarización' -a las 16:00 horas de ese día-, regresaron el 98% de los técnicos.

La intervención de Mariano Rajoy aún es una incógnita, porque su partido, a lo largo de la crisis, comenzó por echar las culpas políticas del caos al Gobierno, para horas después suavizar el tono e incidir en que pudo cometer errores que aceleraron la huelga salvaje de los controladores, como aprobar un decreto unilateral de horarios justo antes de un puente. Las críticas del PP han apuntado desde el principio al ministro de Fomento, José Blanco, por considerar que el problema puede haber estallado ahora por no haber gestionado bien durante meses la controversia laboral. Los populares intentarán que el Congreso repruebe al secretario de Estado de Política Territorial, Gaspar Zarrías, a quien acusan de «vileza» por insinuar que el PP se conchabó con los controladores en el diseño del paro. Lo que sí parece claro es que Rajoy dará su apoyo al decreto de alarma y que, posiblemente, reprochará a Zapatero no haber salido a dar la cara durante las horas más delicadas de la crisis y haber dejado la representación pública del Gobierno a Rubalcaba.