ESPAÑA

Activistas marroquíes amenazan con tomar el agua que surte a Melilla

MADRID. Actualizado: Guardar
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Un grupo de activistas marroquíes amenaza con tomar simbólicamente el control de dos manantiales que suministran agua a Melilla, aunque están afincados en territorio marroquí. Los agitadores aseguraron que pronto suprimirán el abastecimiento a la ciudad autónoma.

Yahyia Yahyia, el polémico alcalde de Beni-Enzar, lugar fronterizo con Melilla, abanderó el domingo lo que pretendía ser la «expropiación» de las fuentes de Trara y de Yasinen acompañado por Mohamed Aurag, primer edil de Beni-Chicar, otro municipio cercano. Según el consejero de Medio Ambiente de Melilla, Ramón Gavilán, la presencia de guardias españoles disuadió a los nacionalistas marroquíes de su propósito. No obstante, los militantes aseguran haber haber colocado candados y amenazan con cortar, «en una fecha que no se puede precisar», con cortar el agua a los melillenses. Se trata de una acción simbólica, ya el agua que procede de los manantiales marroquíes apenas representa el 1,7% del suministro a Melilla. En la acción soberanista los hombres liderados por Yahyia izaron banderas marroquíes y escucharon el himno nacional.

Miembros del Consulado de España en Nador inspeccionaron la zona el pasado fin de semana y comprobaron que no había nada que alterase la nomalidad. De los manantiles de Trara y Yasinen llegan a Melilla 500 metros cúbicos diarios, una cantidad exigua frente a los 30.000 que se consumen diariamente en la ciudad. De acuerdo con Gavilán, el agua mayoritaria que se consume en Melilla proviene de la planta desalinizadora y unos pozos, aclaró Gavilán.

Bloqueo

El denominado Comité de Coordinación para la Liberación de Melilla anunció ayer que hoy bloqueará durante unas horas el paso de personas en la frontera de esa ciudad en protesta contra la «falta de respeto» de las autoridades españolas hacia el país magrebí.

Ese colectivo, creado el pasado sábado, pretende impedir «de manera pacífica» la entrada o salida de Marruecos desde ese puesto fronterizo entre las 10.00 y las 16.00 horas, indicó a Efe Mohamed Hamuchi, vicepresidente de uno de los organismos que lo integran, la Asociación Gran Rif de Derechos Humanos. Al bloqueo del flujo de personas se une la obstrucción también del tráfico de vehículos que quieren llevar a cabo dentro de un conjunto de medidas planeadas hasta que el Gobierno de España vuelva a ser un «buen vecino».