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La Audiencia Provincial juzga una violación resuelta cinco años después gracias al ADN

El procesado, de 37 años, agredió supuestamente a una joven junto al estadio portuense del Cuvillo en 2004

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cádiz juzgará la próxima semana el caso de una violación sexual cometida contra una mujer en julio de 2004, en el entorno del estadio de fútbol José Cuvillo de El Puerto, que permaneció sin esclarecer durante cinco años hasta que en 2009, al fin, el análisis de ADN de los rastros del autor permitieron poner nombre al supuesto responsable: E. V. R, de 37 años de edad, para el que la Fiscalía pide una pena de 16 años de prisión por dos delitos de agresión sexual y una indemnización de 36.000 euros a la víctima.

El caso pudo ser resuelto gracias a las nuevas técnicas de cotejo de restos genéticos y, sobre todo, al banco de muestras biológicas creado en 2007 por el Ministerio de Interior, que ha permitido en los últimos dos años arrojar luz sobre diversos sucesos de violaciones que, en su día, se archivaron porque los medios con que contaba la Policía no eran suficientes.

Sin duda, el 'caso Ricardi' ha sido el más sonado de estos casos sin resolver, pues supuso probar la inocencia del portuense Rafael Ricardi, que pasó 13 años de prisión por una violación que no cometió; y facilitó el esclarecimiento de otras nueve agresiones de la misma época, cuyos presuntos autores han sido al fin procesados este año.

En 2009, el mismo año que el Tribunal Supremo declaró inocente a Ricardi, se esclareció también la violación que llega ahora a la Audiencia Provincial, al detener la Policía a E. V. R. y comprobar que su ADN coincidía con el presunto violador del estadio Cuvillo. El caso había permanecido en un cajón archivado desde 2006 años, ante la falta de pruebas.

Dos delitos de agresión

El suceso tuvo lugar en julio de 2004, cuando la víctima circulaba en una moto por el entorno del estadio portuense. Eran las 6.35 horas de la mañana, según recuerda la Fiscalía, cuando un hombre -supuestamente E. V. R.- también montado en un ciclomotor, se puso a su lado y comenzó a golpearla hasta que ella perdió el control y cayó sobre una valla metálica. El procesado cogió a la joven -de 20 años de edad- del pelo y la obligó a hacerle una felación, amenazándola con una piedra. Después, la penetró. Por eso la Fiscalía considera que se cometieron dos delitos y no uno.