China arrastra a 18 países contra el Nobel
Pekín no logra evitar que 44 embajadores acudan a la entrega del premio de la Paz pese a la ausencia del disidente encarcelado Liu Xiaobo
PEKÍN. Actualizado: GuardarFurioso por la concesión del Nobel de la Paz a Liu Xiaobo, un disidente chino condenado a once años de prisión por reclamar democracia con la Carta 08, el régimen de Pekín está haciendo todo lo posible por boicotear este viernes la entrega del galardón en Oslo.
Además de China, su cada vez más influyente diplomacia ha arrastrado a otros dieciocho países a ausentarse en la ceremonia. Según informó el Comité Nobel noruego, en la lista figuran estados 'tan democráticos' como Rusia, Marruecos, Cuba, Venezuela, Irán, Egipto, Sudán, Vietnam, Pakistán, Kazajstán o Arabia Saudí. Pero también destacan otras naciones que se han plegado a las exigencias del gigante asiático para no dañar sus importantes vínculos económicos. Es el caso de Filipinas, Afganistán, Irak, Ucrania, Colombia, Serbia y Túnez.
Aunque a ellos se suman Argelia y Sri Lanka, que no han tenido ni siquiera la deferencia de contestar a la invitación, 44 representantes de países con embajadas en Noruega -entre ellos España- estarán presentes en el Ayuntamiento de Oslo, donde se celebra la ceremonia de entrega del Nobel de la Paz.
Desde que el prestigioso galardón recayó en Liu Xiaobo el pasado mes de octubre, Pekín ha movido cielo y tierra para desacreditarle. No en vano, el premio supone una auténtica bofetada a la nueva China del progreso y la modernidad, que aspira al respeto de la comunidad internacional en su condición de potencia emergente pero donde aún hay disidentes entre rejas por expresar lo que piensan. Acostumbrados a acallar críticas con la promesa de hacer negocios en el mayor mercado del mundo y a lucirse con los Juegos Olímpicos de Pekín y la Expo de Shanghai, los jerarcas del régimen han atacado con rabia no solo al Nobel, sino también a Occidente. Aunque la noticia ha sido censurada en los medios controlados por el Gobierno chino y bloqueada en Internet, sus órganos de propaganda incluso han desempolvado los fantasmas de la Guerra Fría y han acusado a Occidente de querer torpedear el crecimiento del país más poblado.
Jiang Yu, portavoz del Ministerio de Exteriores, señaló airado que quienes apoyan a Liu «son unos payasos» que intentan interferir en los sistemas político y legal del país. «Me gustaría decirles a los del comité del Nobel que están orquestando un alboroto antichino». Según fuentes diplomáticas, «en los círculos oficiales de Pekín hasta se ha llegado a comparar a Liu Xiaobo con Bin Laden». Pero sin acertar a distinguir que este último es un terrorista que se vanagloria de sus atentados y que el disidente es un «criminal» solo por el hecho de promover la democracia y los derechos humanos en su país de nacimiento.