Los expertos ayudan a los pequeños a desmontar las escenas desagradables. :: IGNACIO PÉREZ
Jerez

Una treintena de hijos de mujeres maltratadas reciben terapia

Los menores son atendidos por un equipo de psicólogos aunque no presenten síntomas de ninguna patología

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

No tenía síntomas aparentes de ansiedad cuando Lucas (nombre ficticio) salió con su madre del domicilio familiar. Era un niño completamente normal, no tenía demasiados amigos, pero sacaba buenas notas y estaba a punto de empezar sexto de Primaria. Durante el primer mes en casa, empezó a causar problemas en clase, se negaba a estudiar y era violento con sus compañeros. La profesora le recomendó que visitara a un psicólogo y entonces la madre comprendió que estaba repitiendo la conducta de su padre, que la había maltratado durante años.

Este es uno más de los casos que llegan al programa de atención a los hijos de víctimas de violencia de género, que ahora atiende a más de una treintena de menores. El Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) lo puso en marcha hace justo un año y está dando buenos frutos. La coordinadora provincial, Dolores Virués, explica que tienen entre seis y diecisiete años y no es necesario que presenten una sintomatología determinada.

En muchas ocasiones ni siquiera surge un problema, es una medida preventiva para evitar traumas futuros. «Y se nos olvida que también influye en la recuperación de sus propias madres», aclara la responsable provincial de IAM. «Ellas denotaban mucha ansiedad a la hora de establecer relación con sus hijos en una nueva situación en las que son independientes».

Hasta no hace mucho los hijos no eran considerados víctimas porque no había sufrido agresiones directas, pero forman parte de ese círculo del miedo. Durante años han presenciado los gritos y las palizas y muchos han recibido palos por meterse en medio. Virués reconoce que «era un problema de fondo que había que atajar».

Colaboración

Ahora el programa se convierte en un servicio más de la atención a la violencia de género. El equipo que está detrás de esta iniciativa es el propio gabinete psicológico del IAM, que trabaja con las mujeres y ahora también lo hace en colaboración con los profesionales de la asociación Amuvi, que mantiene un convenio con la Junta.

Lo que parece más habitual son los problemas de los menores. «Vemos ansiedad y retraimiento en cada niño que nos llega», dice Dolores Virués. La coordinadora del IAM en Cádiz advierte de que «no es necesario que haya una sintomatología previa, porque se puede aplicar también de manera preventiva». De esta forma se les asesora y se les ayuda a desmontar las escenas vividas. «El objetivo es situar esa recomposición que son los niños son capaces de hacer para evitar que tengan problemas en el futuro», indica Virués. En estas ocasiones, hay situaciones de mujeres a las que les cuesta más recuperarse porque no se deciden a emprender una nueva vida.

En el caso de Cádiz, la sesiones se llevan a cabo en el mismo centro provincial. La intención es ampliarlo, dada su utilidad y se irá haciendo en función de la demanda.