Miguel Gómez muestra unos papeles hace unos días. :: LA VOZ
Ciudadanos

Ingresa en el hospital el padre que se puso en huelga de hambre ante los juzgados

Demanda la custodia compartida de sus hijos otorgada a su ex pareja, a la que acusa de ponerle una denuncia falsa por malos tratos

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Miguel Gómez ingresó ayer en el hospital , ocho días después de iniciar una huelga de hambre ante las puertas de los juzgados en demanda de la custodia compartida de sus hijos, de 3 y 4 años, otorgada a su ex pareja.

El portavoz de la Asociación por la Protección Integral de la Familia (APIF) de Cádiz, José Antonio Caparrós, explicó que fue el propio manifestante el que reconoció sentirse «mal», con «calambres» y «fuertes dolores» de estómago. La entidad requirió entonces la presencia de un equipo médico, que tras un primer examen del paciente determinó su ingreso en el centro hospitalario.

En los primeros análisis practicados a Miguel Gómez se le han observado síntomas de deshidratación, además de unos bajos niveles de azúcar y de presión arterial. Permanece ingresado en el área de Observación del referido centro sanitario y mantiene un contacto permanente con APIF-Cádiz, que le ha prestado su apoyo desde el inicio de su protesta.

José Antonio Caparrós considera que el estado de salud de Miguel Gómez ha podido agravarse estos últimos días como consecuencia de las bajas temperaturas, ya que el manifestante pernoctaba ante los juzgados bajo una tienda de campaña. A lo largo de estos últimos días, Gómez ha venido defendiendo que la retirada de la custodia de sus hijos es consecuencia directa de una denuncia falsa interpuesta por su ex compañera, que aseguró ser víctima de «malos tratos» a pesar de que ambos mantenían una relación «normal».

Él ha explicado que su «calvario» comenzó hace año y medio, cuando su ex pareja decidió abandonar el hogar en el que ambos convivían y, desde entonces, no ha logrado normalizar el régimen de visitas de sus hijos, hasta el punto de asegurar que ha llegado a pasar «hasta tres meses seguidos» sin poder verlos. Su ex compañera interpuso contra él una demanda por malos tratos que lo llevó a los calabozos de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía y que aún se dirime en los tribunales. Como consecuencia de esta denuncia, el juez dictó una orden de alejamiento de 700 metros hacia su ex pareja.

Caparrós lamenta que en cuestiones de violencia de género no exista la presunción de inocencia, sino que «todos los hombres» son culpables «mientras no se demuestre lo contrario». Asimismo, advierte de que casos como el de Miguel Gómez son «habituales» como consecuencia de una legislación que ha apostado por la «discriminación positiva» de la mujer.