El bien común
Actualizado: GuardarLas normas de convivencia (o de civismo) parecen olvidarse de vez en cuando, y, por tanto, conviene refrescarlas cuando así ocurre. Una de las más importantes, a mi parecer, se refiere al cuidado de los bienes comunes, es decir, de lo que es de todos. Lo que me impulsa a escribir esta carta es el lamentable estado en que se encuentran muchas de las calles de mi ciudad, convertidas en un inmenso retrete canino, para comodidad (supongo) de algunos dueños de perros, y para disgusto del resto de los mortales, que nos vemos obligados a sortear excrementos en cada acera. Quizá sea necesario vigilar a los propietarios de mascotas para que no se extinga la saludable práctica de recoger la caquita. Y, por supuesto, multar a quienes no lo hagan. Por el bien de todos.