Blanco llama ahora al diálogo a los controladores para acordar otro convenio
Portavoces de USCA piden disculpas a través de las redes sociales e intentan explicar por qué se tomó una «medida tan desesperada»
MADRID. Actualizado: GuardarEl ministro de Fomento, José Blanco, ha apelado a la responsabilidad de los controladores aéreos para reanudar el diálogo y acordar un convenio que garantice tanto los derechos del colectivo como el cumplimiento de la ley. En declaraciones realizadas en el Congreso afirmó que la mayor parte de estos profesionales se han visto arrastrados a la actual situación por unos dirigentes que forzaron el conflicto.
En la actualidad, y mientras el estado de alarma persiste, están rotos los puentes del diálogo con USCA, el sindicato que agrupa a la mayoría de los controladores. Y los últimos contactos realizados no apuntan precisamente a un futuro entendimiento. Se produjeron a las siete de la tarde del viernes, cuando, en medio del plante masivo, los controladores entregaron al secretario de Estado de Transportes y a representantes de AENA y Aviación Civil un documento-propuesta en el que sugerían poner término al conflicto a cambio del establecimiento de una jornada anual ordinaria de 1.420 horas desde el 1 de enero de 2013.
Puesto que la ahora determinada por la ley es de 1.670 horas, también planteaban complementos salariales que hicieran posible la reducción de jornada con mantenimiento de la remuneración, hasta alcanzar los 300.000 euros de media al final del periodo. En este punto, no obstante, se declaraban dispuestos a adaptarse a los 200.000 euros de media anual acordados con AENA el pasado agosto.
Al margen de estas reclamaciones, otras reivindicaciones propuestas por USCA representaban una auténtica marcha atrás de las normas vigentes. Demandaban volver a pactar los turnos, horarios y organización del trabajo y renegociar el decreto que desde el pasado febrero regula sus jornadas y descansos, así como el sobreseimiento de los expedientes disciplinarios iniciados a partir de aquella fecha. Sin olvidar la petición de que las horas de formación fueran consideradas como jornada laboral. El Ministerio de Fomento ha sacado a la luz estas demandas como prueba de la distancia abierta entre las partes y de las exigencias de un colectivo que había vuelto a utilizar la presión en defensa de sus intereses.
Críticas
Los representantes de los controladores, mientras tanto, se han esforzado en las últimas horas por apaciguar el torrente de críticas que les llueven desde las redes sociales. En la cuenta de Twitter de USCA se pide perdón a los usuarios afectados por el cierre del espacio aéreo y se intentan explicar las razones que han llevado a lo que consideran «una medida desesperada» ante la dimensión que había alcanzado el conflicto. «Entendemos que miles de vosotros hayáis vertido vuestra opinión en forma de insultos y amenazas al ser este un tema complejo y de debate», templa Usca. Sin embargo, el sindicato agradece «las muestras de apoyo recibidas de aquellos que habéis analizado este conflicto y nuestra medida tan desesperada».
César Cabo, secretario de comunicación de USCA, también ha pedido disculpas a los usuarios por una situación que no duda en calificar de «terrible» y que considera generada a través de una presión que ha durado meses y que explotó el pasado viernes. A través de su página en Facebook, Cabo admite haber consultado con sus abogados las manifestaciones que puede realizar, por encontrarse bajo jurisdicción militar desde que se decretó el estado de alarma. Argumenta que desconoce lo que implica exactamente esta «anómala situación» y se excusa de no dar explicaciones por extenso en estos momentos.