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La lluvia agua el estreno de la campaña

Las condiciones meteorológicas acompañaron solo durante la mañana a las tiendas del centro El primer festivo de compras de Navidad recibe un respaldo tibio de comercios y clientes

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Es el nombre de la asociación de comerciantes, pero también el razonamiento enarbolado por sus asociados, la propia alcaldesa o los que son enemigos de los centros comerciales: Cádiz Centro Comercial Abierto. Sin embargo, aunque funcione como un tantra con grandes dosis de razón, en días como ayer cae desmontado sin remedio. Porque la idea de pasear mientras se va de tiendas, se admira el patrimonio o se hace una pausa para el café pierde su sentido cuando la lluvia y el viento atosigan. Ese quizás sea el motivo para el fenómeno ocurrido ayer en el primer domingo de comercios abiertos de la Navidad. La mañana (en la que acompañó el tiempo hasta el mediodía) fue para el cuadrilátero comercial del centro. En la tarde (azuzada por tormentas) los centros comerciales fueron los protagonistas.

El día comenzaba sin prisas en las calles del centro. De 11 a 12 horas los comercios tradicionales comenzaron a levantar la baraja. Esos los que llegaron a subirla, ya que más de uno decidió dejar pasar el tren del primer domingo. Algo habitual, como remarcó el presidente de la asociación de comerciantes Cádiz Centro y dueño de Isi, Juan Tovar: «De los cinco domingos que nos permite abrir la Junta de Andalucía siempre suele faltar algún comercio. Y lo normal es que sea en los primeras semanas».

Una práctica que sigue el razonamiento de la experiencia de años anteriores: «Lo normal es que los primeros días, la cosa esté tranquila». Un motivo por el cual Tovar también optó por una apertura a medio gas: de 11.30 a 15 horas y sólo en las dos tiendas de la calle Novena.

Día de hacer números

El seguimiento también fue moderado para los clientes. La mañana se desarrolló con muchos transeúntes con las manos vacías pero pocos clientes. Lo de ayer fue más un día de ver precios y ajustar presupuestos, más propio de un día laborable. Unos cálculos que Mari Carmen Moreno podía presumir de tener hechos. Por eso ayer aprovechó para adquirir un abrigo para su hija de cara a los regalos de los próximos Reyes. «Los precios están altos y hay que buscar lo que se adapta al presupuesto. Por eso me gusta comprar los primeros días, porque después queda lo más caro», puntualizó la gaditana.

José Antonio Chulia compartía espíritu previsor con Moreno y ayer ya tenía «los regalos muy adelantados». Tanto como para afirmar que «ya sólo quedan los últimos retoques» a los regalos de su hija. Sin embargo, lo de José Antonio y Mari Carmen no es lo habitual. Y los comerciantes lo saben a fuerza de repetido año tras año. De hecho, los próximos días esperan que se produzcan el grueso de las compras.

Una previsión que este año adquiere un matiz más imperioso: «Tenemos la esperanza de que la campaña que empieza ahora sirva para romper la atonía de consumo que llevamos todo el año», puntualizaba ayer Tovar. De momento, la mañana estuvo en relativa calma de entradas y salidas en comercios hasta que la lluvia hizo acto de presencia en torno a las dos de la tarde.

La misma hora en la que los cruceristas del 'Aída' y el 'Queen Eliasabeth' dejaron las compras para probar algo de la gastronomía gaditana y volver al crucero. Las calles se vaciaban y los gigantes comerciales tomaban el testigo. El techo y la calefacción de centros comerciales como el Bahía de Cádiz ganaban la batalla al centro de las compras. Pero todo tiene su moraleja y esta crónica no iba a ser menos. Emilio Alcaraz, dueño de Solves, fue el encargado de aportarla: «No podemos aspirar a ser los más baratos o caros. Pero si podemos dar el mejor trato».