¡QUE VIENEN LOS RUSOS!

El Mundial de Fútbol 2018 se celebrará finalmente en Rusia porque así lo han querido los peseteros señores que gestionan la FIFA. No han tenido en consideración nuestra actual categoría de vigentes campeones aunque tampoco la tuvieron Argentina y Portugal cuando nos sacaron los colores en sendos amistosos. Quizás hayan pensado que Vladimir Putin es infinitamente más carismático que un Zapatero en horas bajas y tampoco habrá ayudado mucho la torpe verborrea de Ángel Mª Villar, uno de esos gestores que piensan que un cargo público es como gestionar dictatorialmente una república bananera. Puede que España haya dejado de estar de moda. Sólo hace falta ver a Ferrari negándole el título a Alonso; a un Federer que ya no llora cuando se enfrenta a Rafa Nadal; o la racha negativa en la que andan enfrascados los Lakers de Gasol.

Al menos, los mandamases del fúbol global podían haber caído en la cuenta de que Catalunya sí forma parte de España, de momento, y que Laporta ya ejerce de político desde un día antes de la manita. A lo mejor, los servicios secretos norteamericamos también tengan algo que decir en toda esta rocambolesca historia. El caso es que Blatter va donde está el dinero y eso es algo de lo que aquí no andamos muy sobrados. Los rusos se han llevado el gato al agua y nosotros nos quedamos a dos velas, pero todavía nos queda el consuelo del Real Madrid-Barcelona de la segunda vuelta liguera, un remedio eficaz contra cualquier disgusto o crisis. Toca seguir esperando y ver como un centenario Villar es capaz por fin de traer el gran circo a estas tierras dejadas de la mano de Dios sin que para ello sea necesario llenar los bolsillos de algunos especuladores de sueños ajenos y avaricias propias. Tampoco podemos olvidar que en la candidatura ibérica iban incluidos Mourinho y Cristiano Ronaldo y la chulería ya no está de moda.