EL FRAUDE DE LA FORMACIÓN
Actualizado: GuardarEl caso de los diplomas falsos del Sindicato Independiente de Trabajadores es algo más que una exitosa operación de la Guardia Civil contra el delito. Detrás de las detenciones y de esta trama concreta se vislumbra algo más. Parece que estallara una burbuja alimentada durante años, un complejo entramado dirigido tanto al buen fin de mejorar la llamada «empleabilidad» de los parados como al avieso objetivo de maquillar las cifras del paro e incluso a nutrir las finanzas de determinadas organizaciones, al amparo del pacto social. El chiringuito desmontado en la calle Brasil de Cádiz no es el único ni el último del que vamos a tener noticias: titulaciones que se certifican sin haber impartido las horas lectivas necesarias, sin exámenes, sin haber cubierto el cupo mínimo de alumnos, sin cumplir, en fin, los requisitos legales. Por la misma cara. Hace más de una década, en 2000, hubo un escándalo que afectó a UGT y varios centros académicos más; en 2005, la 'Operación Escuela', también de la Benemérita, alcanzó a numerosas empresas de formación y a líderes de CC OO en una trama de cursos que fueron cobrados sin ser impartidos, incluso se había apuntado en la lista de alumnos a gente que no sólo no había acudido a clase, sino que ni sabía que estaba metida en tales prácticas. Toda una compañía de Infantería de Marina resultó tener, sin saberlo, un montón de diplomas de cursos que no había hecho. Alguien cobró por dar sus DNI a los «formadores». El drama del paro es muy serio y los recursos que se destinan a luchar contra él son cuantiosos. Proceden de los sueldos de los trabajadores, de las cotizaciones de las empresas. El actual consejero de Empleo, Manuel Recio, tiene que aclararlo, sobre todo porque hay diplomas con el «paraguas» de la Junta impreso en la cabecera. Recio, que sustituyó a Antonio Fernández en el cargo, va de sobresalto en sobresalto. El otro día se encontró una caja de caudales en su oficina y llamó a la Policía, por lo que pudiera haber. Es un dato significativo de un estado de cosas. Además, ¿dónde está la inspección de la Junta? Entre academias que imparten estas enseñanzas existe una clara idea de agravio: mientras a algunas las fríen a pedirles documentos, en otros casos pasan cosas como éstas.
Aparte, da miedo pensar que en un hospital esté tratando a un enfermo alguien sin capacitación pero con un título comprado de esta manera. Es urgente también que Salud cruce sus archivos con los ordenadores incautados al sindicato.
Hay un axioma básico para comprobar hasta qué punto estamos ante un enorme fiasco. Con todo el dinero que se ha destinado a formación, tanto de los Presupuestos Generales del Estado como de los andaluces o de los fondos europeos, deberíamos tener la población más preparada del mundo y con la mayor inserción laboral. A todas luces no es así, de modo que no hay que ser un lince para ver que algo no casa. El Observatorio Económico de Andalucía acaba de reclamar una reforma en profundidad de estas políticas, donde advierte «oscuras tramas». Es de salud social. www.blogsdecadiz/elrayoverde