El primer ministro ruso, Vladímir Putin, durante la videoentrevista con el veterano presentador de la CNN Larry King, el pasado martes. :: REUTERS
MUNDO

Wikileaks enfrenta a Putin con EE UU

El primer ministro advierte de que no acepta interferencias tras filtrarse que Washington duda de la democracia rusa

NUEVA YORK. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Si se le pregunta por la ingente filtración de cables diplomáticos diseminada por Wikileaks, Vladímir Putin considera que «no es ninguna catástrofe», pero cuando se trata de lo que dijeron sus homólogos extranjeros a sus espaldas la cosa se vuelve personal y el primer ministro ruso ataca con dardos envenenados. «Les advierto a nuestros aliados de que no interfieran con la elección soberana del pueblo ruso», amenazó el ex presidente.

Putin, siempre frío y calculador, pareció perder un poco el temple cuando su entrevistador, Larry King, decidió personalizar el contenido del bombazo mundial con el que Wikileaks ha dinamitado la diplomacia internacional. «¿Y qué dice del cable en que se cuenta que el secretario de Defensa, Robert Gates, le dijo a su contraparte francesa que la democracia rusa ha desaparecido y que el Gobierno está dirigido por los servicios secretos?», le preguntó el veterano presentador de la CNN. Ahí es donde a Putin se le congeló la diplomacia. «Es sabido que el señor Gates fue uno de los líderes de la CIA y hoy resulta ser secretario de Defensa. Si ese es el mejor experto que tiene EE UU en democracias, enhorabuena».

Putin parecía olvidar que él mismo hizo carrera en el KGB, donde ocupó altos cargos hasta que lo abandonó para dedicarse a la política. Pero no importaba, ahora era el turno de criticar a EE UU. «Y en cuanto a la democracia, esto ha sido motivo de disputa con nuestros colegas estadounidenses durante largo tiempo», remachó. «Me gustaría recordar que de hecho, dos veces, dos veces -remarcó- en la historia de los Estados Unidos de América, ha habido casos en los que el candidato que se convirtió en presidente no fue el más votado, sino que fue elegido con los delegados que representaban al menor número de votantes. ¿Es eso democracia?».

Propósitos políticos

El ex mandatario ruso es un buen ejemplo de lo que encontrará el Gobierno estadounidense, y en particular sus diplomáticos, durante una temporada. A rasgos generales todos los países parecen entender que «las filtraciones ocurren, ya ha habido otras antes», dijo Putin antes de que el tema se volviera personal. E incluso muchos intentan quitarle fuerza a las revelaciones, «cuya reputación está cuestionada», señaló. «Algunos expertos creen que alguien está engañando a Wikileaks y usándolo para propósitos políticos». Se refería probablemente a Irán, que acusa a sus vecinos del mundo árabe de animar a Estados Unidos a que le ataque. Si Wikileaks hubiera desmontado con sus filtraciones la diplomacia rusa y su trastienda militar probablemente su fundador, Julian Assange, ya no tendría que preocuparse de las acusaciones de dos mujeres que le acusan de violación por lo que él considera «sexo consentido». Pero en las democracias de Occidente donde todavía se intenta consensuar la imagen pública y la legalidad con los instintos despóticos, Interpol aún duda si ejecutar la orden de localización y detención para interrogarle con fines de extradición que le ha solicitado Noruega. Según Reuters, la Policía británica conoce con exactitud la dirección y número de teléfono de Assange.

Mientras, en EE UU se estrecha el círculo para aislar a Wikileaks, cuyo servidor está siendo bombardeado continuamente con ataques cibernéticos. Ayer la organización denunció que Amazon ha rescindido unilateralmente el acuerdo para albergarle en su banda tras las llamadas que ha recibido del Comité de Seguridad Nacional del Congreso, donde su presidente, Joe Liberman, ha advertido que «ninguna compañía responsable, sea estadounidense o extranjera, debería asistir a Wikileaks en sus esfuerzos para diseminar material robado».