Los familiares de Antonio 'Toto' Barbadillo junto al monumento inaugurado ayer. :: J. C. C.
Jerez

Gibalbín homenajea a su mecenas

La barriada cuenta ya con un monolito que recuerda a Antonio 'Toto' Barbadillo; El delegado de Alcaldía recalcó que la población rural se ha desarrollado gracias a las viñas y la bodega de esta empresa ubicadas en ella

JEREZ. Actualizado: Guardar
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En las estanterías de una tienda de cualquier lugar del mundo se puede encontrar una botella del vino tinto que hace unos años lanzó el mercado Bodegas Barbadillo, ése en cuya etiqueta resalta el nombre de Gibalbín, la barriada rural de Jerez que presta su apelativo a este caldo y en la que se ubica la planta de vinificación de esta empresa y algunas de sus plantaciones más importantes.

La promoción del nombre de esta población por el mundo es sólo un ejemplo de «todo lo que la familia Barbadillo ha hecho por Gibalbín», como destacó ayer el delegado de Alcaldía de la barriada, Juan Palma, durante la inauguración de un monolito que rinde homenaje a Antonio 'Toto' Barbadillo justo a la entrada del pueblo.

La colocación de este monumento era casi una cuenta pendiente que ayer saludaron con mucha emoción y entusiasmo los miembros de la familia del bodeguero presentes en el acto, una delegación que encabezaba Alito Barbadillo, hermana del que fue uno de los más importantes promotores de la industria del vino en Sanlúcar y que falleció en 2005. Al acto también asistieron Manuel Valdecantos, actual director general de la empresa, Rosario Barbadillo, directora del Museo Barbadillo, y el responsable de las viñas Enrique Montero.

Fue la propia Alito Barbadillo la que recordó ayer lo ligado que estuvo 'Toto' a esta barriada rural de Jerez, y la que recordó que «él ya sabía que se le haría algo así en Gibalbín, por lo que ahora seguro que desde el cielo estará muy contento por este reconocimiento». En la misma línea, Enrique Pérez Barbadillo, presidente del consejo de administración de la compañía, agradeció esta distinción de la que dijo que «es algo grande, una satisfacción para todos, para el pueblo, para la empresa y para los empleados que también están aquí hoy».

Dando empleo a la zona

Y es que uno de los aspectos que más se pusieron ayer de relieve en el acto de inauguración del monolito es el hecho de que «Gibalbín prácticamente se ha desarrollado en torno a la bodega de Barbadillo y sus viñas», como recordó la delegada del Medio Rural, María del Carmen Martínez, que estuvo ayer acompañada de la alcaldesa de Arcos, Josefa Caro, y la diputada provincia de Empleo, la sanluqueña María José Valencia.

No en vano, Martínez dijo que «casi todo el pueblo trabaja en estas fincas», donde la incorporación de la mujer al mundo laboral marcó un hito y donde ha sido fundamental la labor del técnico Enrique Montero, al que el delegado de Alcaldía destacó como impulsor de la plantación de la viña para tintos y agradeció su «buen hacer».

Palma llegó a afirmar que «Gibalbín existe porque en esta zona se plantó la Viña Barbadillo para hacer el vino Castillo de San Diego». Ese legado, que hoy es una realidad que persiste, se adivina en el hecho de que hoy en día unas 400 personas al año trabajen en el cultivo de la vid en la planta de Gibalbín.