Fernando Quiñones, en el Teatro Zorrilla de Valladolid de la mano de El Brujo
Actualizado: GuardarEl actor Rafael Alvarez 'El Brujo ' representará en Valladolid el sábado, 4 de diciembre, y el domingo, día 5, su producción 'El Testigo', un espectáculo en el que, como intérprete solista, reflexiona sobre el flamenco apoyado en la poesía del gaditano Fernando Quiñones.
El intérprete teatral andaluz presentó ayer en el Teatro Zorrilla de la capital vallisoletano, donde se podrá asistir a la actuación de 'El Brujo', quien como reconoció asume que ya se ha acostumbrado a aparecer en escena en solitario, pues de esta manera da «lo mejor» de si mismo.
'El Testigo' fue definido por su autor, que coproduce la obra junto con el Centro de Teatro Andaliz (CTA), como un espectáculo poético de un actor solista sobre el flamenco, basado en un texto del poeta de Chiclana de la Frontera Fernando Quiñones, quien reproduce a un «testigo» llamado Juan que ensalza la figura del cantaor Miguel Pantalón.
Según 'El Brujo ', que agradeció «enormemente» al CTA la atención que la ha prestado en el proceso de creación de este trabajo, el relato de Quiñones es «magistral» y muestra un reflejo de la ambiente del Cádiz de la República y la Posguerra a través de las viviencias del 'Testigo'.
El actor andaluz explicó que la relación entre Juan y Pantalón se puede comparar con Salieri y Mozart, pero con la diferencia de que el cantaor vivía casi en la miseria. Eso sí, recalcó que siempre mantenía «una gallardía indómita» que le hace parecerse a un «Quijote a lo flamenco en aquellos años de hambre y de la gestación del cante», cuando los artístas de este género «pedían por la calle».
Grandes influencias
Rafael Alvarez incidió en su cercanía al flamenco desde su etapa de universitario en Madrid durante la década de 1970, cuando, a través de un amigo guitarrista, conoció a clásicos como Enrique Morente o 'Camarón de la Isla', con quienes llegó a compartir momentos de fiesta.
Sobre este arte, expresó el apoyo a la evolución y la fusión con otras expresiones musicales, si bien considerada que se debe mantener un «equilibrio flexible», una tensión entre «la innovación y el arraigo» comparable con el vuelo de una cometa.
Tanto el actor como el empresario que gestiona el Teatro Zorrilla, Enrique Cornejo, han ensalzado la figura del poeta Fernando Quiñones, quien según Rafael Alvarez, «conocía y amaba el cante», al que consideraba «su religión».